El automovilismo redujo a lo largo de su historia los sucesos fatales aunque la extrema velocidad impide eliminar del todo los accidentes. El mejor ejemplo se dio el último fin de semana en la 9ª fecha del IndyCar con lo sucedido en el boxes del japonés Takuma Sato.
El ex piloto de Fórmula 1 ingresó a toda velocidad a los pits en la vuelta 61 de la carrera que se desarrolló en el DXC Technology 600 de Texas. Según las explicaciones, la caja de cambios falló y no pudo detenerse a tiempo. Un auxiliar que estaba agachado esperando su ingreso no logró correrse y Sato lo levantó por el aire.
Fue una hecho con suerte: el mecánico rápidamente se levantó sin síntomas de dolor y fue uno de los que ayudó a correr el auto para atrás con la idea de iniciar el recambio de neumáticos y combustible.
El conductor estaba ubicado en la primera posición cuando llegó a ser asistido por su equipo de la escudería Rahal Letterman Lanigan Racing. La parada se extendió por alrededor de un minuto y cuando retornó a la pista Sato ya había caído hasta el 20° puesto.
Con 42 años, el asiático se desempeñó durante siete temporadas en la Fórmula 1 (entre 2002 y 2008) repartido por las escuderías Jordan Honda, BAR Honda, Super Aguri y Toro Rosso. Luego de permanecer alejado de los circuitos por un año, reapareció en el Indy Car Series y tuvo una breve participación en la Fórmula E en el 2014.
De las nueve carreras que se corrieron hasta el momento, Takuma se apropió de la pole position en dos oportunidades y triunfó en una ocasión –fecha 3 en el Grand Prix of Alabama–. En Texas finalizó 15° ya que no pudo recuperar su sitio a lo largo de las 185 vueltas restantes del circuito ovalado.
El ganador de la 9ª jornada fue el norteamericano Josef Newgarden, quien ya acumula tres carreras ganadas en este 2019 y sueña con repetir el título que consiguió en la temporada 2017.