Sin dudas que el único miembro de la espuria Asamblea Nacional Constituyente que está en condiciones de aportar en la redacción de un nuevo texto constitucional es Herman Escarrá. Él ha venido diciendo que ya hay un borrador de la nueva constitución pero lo cierto es que nadie lo conoce y mientras tanto pasa el tiempo indeteniblemente para que concluya el plazo que se estableció, hasta julio de 2019. Aún desde el punto de vista del régimen, han sido unos irresponsables con ellos mismo y con los que votaron a favor de los hoy constituyentes, en unas elecciones con todo tipo de irregularidades. Lo poco que han hecho es perseguir. Como el reloj no se detiene la pregunta que surge es la siguiente ¿Qué van hacer Maduro y Cabello cuando desde su propia lógica expire el plazo que ellos se impusieron para redactar la nueva constitución? La salida más fácil pero a la vez la más temeraria y peligrosa es la de auto prorrogar el plazo, y tal vez peor, que la Constituyente quede en estado vegetativo por tiempo indefinido, como está actualmente, con lo cual aumentará el aislamiento y el desconocimiento de Maduro a nivel nacional e internacional.
¿No han bastado dos años para elaborar al menos un borrador de la Constitución y someterla a discusión así sea entre ellos mismos? ¿Cómo le van a explicar a su pueblo que llevan dos años sesionando, cuando lo hacen y cobrando y vencido el lapso no han hecho nada para lo que convocaron? Ello evidentemente obra en contra de Maduro y de Cabello. Allí es donde entra la figura de Escarrá como hombre de leyes. Él tiene que saber y sabe que cualquier prolongación de la vigencia de la Constituyente más allá del acto ya ilegal de la convocatoria de 2017, es otra arbitrariedad. Va tener que hilar muy fino el doctor Escarrá para defender lo indefendible. Pero él se va enfrentar a un dilema existencial más profundo: en el fondo de su ser van tener de decidir entre seguir sirviendo a un régimen agonizante o recuperar su fuerza moral y decir públicamente hasta acá yo llego y no puedo avalar que siga la destrucción del país que este engendro del socialismo del siglo XXI ha provocado. No pase a la historia como un ser a quien van recordar por lo malo que hizo y no por lo bueno que dejó de hacer.