Los ciudadanos tomamos decisiones racionales en función de la utilidad que nos genere, en otras palabras, de la felicidad que nos aporte. Si unimos esta condición previa con la palabra unidad, entendida como un cuerpo único e imposible de dividir sin que pierda su esencia, concluimos entonces que la unidad será útil si los ciudadanos que se unen en torno a un objetivo alcanzan la felicidad. Para el caso venezolano, si el país puede derrotar el Estado criminal que lo oprime y mantiene secuestrado.
Muchas voces han insistido en que la falta de unidad de los venezolanos ha impedido que se logre el objetivo. Lo que nos lleva a pensar entonces en ¿cuál es la unidad que se requiere? Pues todo parece indicar que no se trata de la unión de partidos y organizaciones, sino de una unidad útil, basada en una estrategia única, coordinada, coherente y consistente para avanzar hasta ser libres.
Algunos partidos políticos que hacen vida en la Asamblea Nacional insisten en la estrategia del diálogo. Están convencidos de lograr la salida negociada mediante un proceso electoral supervisado por la comunidad internacional, donde participen tanto el régimen con sus mafias como los ciudadanos demócratas.
Sin embargo, los líderes políticos María Corina Machado, Antonio Ledezma y Diego Arria, junto a la alianza ciudadana Soy Venezuela, la fracción 16J y otras organizaciones de la sociedad civil, exigen a la Asamblea Nacional activar el artículo 187#11 de la Constitución de la República e invocar todos los mecanismo internacionales que permitan construir una coalición internacional que, liderada por los venezolanos, avance en una acción de no cohabitación con el régimen y provoque su salida definitiva del poder. Esta estrategia incorpora la fuerza ciudadana movilizada y presionando en todo el país.
El carácter criminal del régimen, la necesidad de que la estrategia responda exclusivamente al objetivo general y público de los ciudadanos y, la comprensión de la supremacía del derecho a la vida frente a la urgencia que vivimos los venezolanos, hace que un amplísimo porcentaje de la ciudadanía apoye la ruta del coraje y demande firmeza al liderazgo opositor.
El llamado es entonces a los diputados de la Asamblea Nacional y a nuestro Presidente (E) Juan Guaidó, como representantes nuestros y cómo ciudadanos: deben actuar ya. La unidad es en torno a una estrategia útil para alcanzar el objetivo, ese es el gran reto.
¡Es hora de la libertad, no hay tiempo que perder!
@MarthaMda
Coordinadora de Vente Mérida