Horas antes de que la alta comisionada de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, culminara su visita a Venezuela, trascendió que la funcionaria no ordenará la instalación de una oficina en Caracas. Solo dejará una comisión de tres funcionarios durante dos meses, con la intención de recaudar denuncias de organizaciones no gubernamentales e incluso de sectores cercanos a Nicolás Maduro.
Por Infobae
En la jornada de este viernes, Bachelet se reunió con el presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente encargado por más de 50 países Juan Guaidó en la mañana. En la tarde sostuvo una junta de trabajo con el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente oficialista Diosdado Cabello y se esperaba que en la noche fuese recibida por Nicolás Maduro, en el palacio presidencial de Miraflores.
Luego de que la alta funcionara hiciera contactos con grupos de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos y grupos pro gobierno de Maduro, trascendió que no está prevista la apertura de una oficina de seguimiento a la situación de los derechos humanos en este nación caribeña en los próximos meses.
“La doctora Bachelet expresó su preocupación por la situación de los presos políticos y por el tema del retardo procesal en casos en donde se comprobó la extralimitación de las fuerzas de orden público. Esto no implica que se tenga que abrir una oficina en Caracas. Lo que sí quedo claro es que dos oficiales de la oficina de la alta comisionada se quedarán en el país durante dos meses para recaudar testimonios y datos que servirán de sustento a un informe que será presentado en el mes de noviembre”, dijo una fuente bien informada a Infobae.
A media mañana, un grupo de ciudadanos, en su mayoría activistas sociales y defensores de los derechos humanos, se reunieron a las puertas de las oficinas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para manifestar su rechazo al gobierno de Maduro y con la intención de presionar a Bachelet “para que se pronuncie en favor de las víctimas de la dictadura de Maduro”, dijo Fabiana Rosales, esposa de Guaidó.
Añadió que la visita de Michelle Bachelet, “no es más que el reconocimiento de la crisis social que sacude a Venezuela. Los acompañantes de la comisionada visitaron hospitales en donde olía a pintura fresca. Este país no necesita maquillaje sino el cese de la usurpación”, dijo.
En la concentración hubo poca gente. El escenario fue muy distinto al planteado en febrero y marzo, cuando Juan Guaidó capitalizó y lideró la protesta ciudadana en el país.
“Es un tema de desgaste y de resistencia, ya la gente no cree en soluciones mágicas o que Guaidó es el mesías, esta situación es bien compleja. Ni Maduro arrasa ni Guaidó remata. Estamos en un limbo de cansancio y hastío”, dijo a Infobae Carlos Rojas, un abogado de 43 años que transitaba por la manifestación convocada por la oposición en esta capital.
Al cierre de esta nota, se esperaba la partida de Michelle Bachelet. Sus asesores anunciaron que daría una conferencia de prensa minutos antes de partir, luego de las 21 de Caracas.