Si bien algunos destinos mediterráneos están viendo una caída en el turismo debido a la incertidumbre del Brexit, ese no es el caso de Mark y Sam Taylor.
Por Christine Younan / Daily Star
La ambición desnuda de la pareja sorprendió a familiares y amigos cuando lanzaron su sorprendente empresa hace más de una década. Afortunadamente para el dúo, su resort naturista ha dado sus frutos y han crecido en una base de clientes leales a lo largo de los años.
En lo que va del año, tienen una tasa de ocupación sin precedentes del 84% y todavía están tomando reservas de los británicos que prefieren ir desnudos para sus vacaciones. Mark, de 47 años, dijo: “Somos conscientes de que el comercio del turismo se ha visto afectado por Brexit, pero este es nuestro año más ocupado.
“La gran mayoría de esos clientes son reservas de repetición. Hemos tenido clientes regulares que han regresado cada año desde que comenzamos”, comentaron.
Sam renunció a su carrera en la banca de inversión de alto vuelo para crear el Club Naturista Vassaliki en la isla griega de Kefalonia con su esposo Mark hace 12 años. La pareja gastó miles de libras en el desarrollo del complejo que cuenta con 12 apartamentos y bungalows y emplea a seis locales.
Mark dijo que la mayoría de los clientes de la pareja son británicos mayores de 50 años y el año pasado tenían 350 invitados que pagaban £ 150 por noche. Mientras que muchos invitados van desnudos la mayor parte del día y se visten para la cena, algunos pasan 24/7 en el bufé.
Sam, de 39 años, agregó: “Hemos escuchado tantas cosas contradictorias sobre Brexit que todo lo que podemos hacer es seguir haciendo lo que estamos haciendo”. La pareja se conoció mientras estudiaba en la Universidad de Kent en 1999, luego en 2007 decidieron renunciar a sus trabajos.
Mark dijo: “Cuando Sam estaba trabajando, nunca nos veíamos, era ridículo. Decidimos hacer lo que hicimos principalmente por nuestra relación, para que estuviéramos más juntos. Siempre fue una cuestión de estilo de vida para nosotros y nos sentimos muy afortunados de que ahora pasemos el tiempo bajo el sol, pasemos días en botes y haciendo cosas como bucear”, explicó.
Continuó: “La gente local no sabía de qué se trataba al principio y pensaron que teníamos fiestas sexuales locas, pero no se trata de eso”.
Sam agregó: “Tuvimos que educar un poco a la población local sobre lo que hacemos aquí. Es solo un lugar normal, excepto en los lugares donde normalmente usas un traje de baño, no usas uno.
“No me di cuenta de que la gente volvería una y otra vez, pero una gran cantidad de nuestros clientes son clientes recurrentes. Todos nuestros amigos y familiares realmente apoyan lo que sea que hagamos. Ahora esto es parte de lo que soy, y es mi estilo de vida, no me preocupa lo que piensen los demás. “Me he vuelto mucho más seguro de mí mismo y ya no me preocupo por mi forma y tamaño”, cerró.