Si la primavera la sangre altera, del verano mejor ya ni hablamos. De hecho, Sonia y Selena no podían estar más acertadas cuando cantaban eso de “cuando llega el calor los chicos se enamoran” (sí, lo sabemos, tú también lo has leído dándole el ritmillo y entonación), pero, reconozcámoslo, se les olvidó incluirnos a nosotras. Porque, tal y como ha quedado comprobado y demostrado, el verano hace que la libido aumente en todos y cada uno de nosotros. Hay hasta un fenómenos relacionado con esto: los amores y rolletes de verano.
Pero a pesar de tener nuestras hormonas más revolucionadas que nunca, el calor, irónicamente, no es un buen aliado a la hora de subir la temperatura. Y es que, aunque no podamos tener más ganas, el calor sofocante con su consiguiente sudor, algo que empeora si pensamos en el calor que el otro desprende, hace que nos invada la pereza y desechemos rápido la idea sustituyéndola por una sesión de sofá, Netflix y aire acondicionado/ventilador. Pero, según han descubierto desde la firma de juguetes eróticos de lujo LELO, existen ciertas posturas clave con las que vas a poder disfrutar y ni darte cuenta de esos 40 grados a la sombra.
La primera de ellas está relacionada con los preeliminares. Como ya apuntábamos, el contacto con el otro puede suponer ahora todo un reto, algo que, claramente dificulta las relaciones sexuales. Por eso, los días de más calor se convierten en los mejores momentos para explorar vuestros cuerpos, deteneros el uno en el otro y conocer qué cosas son las que más placer os provocan a través de la masturbación mutua, al mismo tiempo o alternándola entre él y tú. Apenas pasaremos calor, sobre todo si además echamos mano de geles y lubricantes que previamente hayamos enfriado un poco.
Además, en este primer paso, podéis dar rienda suelta a vuestra imaginación, inventando juegos eróticos en los que un cubito de hielo o untar helado en algunas zonas clave, puede hacer vuestra noche de pasión de lo más refrescante.
Una vez os hayáis puesto a tono y el calor realmente dé igual lo mejor es el alineamiento coital. Esta postura se basa en el misionero tradicional pero con ciertas variaciones. Túmbate boca arriba con las piernas ligeramente cerradas y eleva la pelvis ayudándote con una almohada o cojín. Él se colocará encima, pero sosteniendo el peso del cuerpo sobre sus codos mientras mantiene alineadas sus caderas con las tuyas. Con esta postura no sólo se reduce al máximo el contacto entre los cuerpos, evitando el calor, sino que se consigue una gran estimulación visual, pues ambos estaréis cara a cara, y una directa del clítoris.
También, podéis probar la postura llamada ‘El trono del rey’. Aquí eres tú la que toma las riendas de la situación, ya que él está sentado mientras tu te sientas sobre él de espaldas. De esta forma, tu chico podrá aprovechar para estimular simultáneamente las diferentes zonas erógenas de tu anatomía que logre alcanzar. No os conforméis con quedaros en los límites del dormitorio porque esta postura es perfecta para realizarse en zonas de la casa más frescas o, directamente en la bañera, donde el agua fría cayendo de la ducha amenizará el momento.
Información de Cosmopolitan