Una masa de harina (bollos) solo a veces con un poco de nata o mantequilla es lo que les sirven a los presos del Centro para Procesados 26 de Julio, ubicada en San Juan de los Morros estado Guárico para desayuno, almuerzo y cena, en ocasiones el menú varía a un agua con un poco de arroz. Los presos los están matando de hambre y sumado a esto ahora tienen instalado al Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC) que los tortura.
Las denuncias han llegado por parte de familiares de los presos de la cárcel 26 de Julio al equipo del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
Lo que manifiestan los familiares que este grupo que es dirigido por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios llegó y se instaló después del motín registrado en el mes de junio en donde resultó un preso muerto y cinco heridos. Desde entonces los del grupo GRIC han sacado a varios presos de forma aleatoria de diversas letras, los han golpeado con tablas, puños y cargan una garrocha con ella les meten corriente.
Son cinco letras que hay en el 26 de Julio y un aproximado de 1420 presos que allí conviven, sus familiares están angustiados porque aseguran que son golpeados salvajemente tanto que temen por sus vidas. Denuncian a OVP que el último grupo que fue objeto de maltratos por parte del GRIC actualmente se encuentran aislados en un área a la que llaman “tigrito” y en el que están al menos un grupo de 60 presos a los que han golpeados tanto que le suspendieron la visita para que no los vieran, aseguran que tienen el rostro roto y moretones hasta en su cuerpo que se ven a simple vista.
Seres queridos de los internos están preocupados porque relatan a OVP que comen para mantenerse e ingieren carne y pollo solo cuando su familia se los lleva, se encuentran débiles y temen que dentro de las golpizas que le da este grupo puedan llegar a matarlos.
Gran hacinamiento
La cárcel tiene aproximadamente un total de 1.460 reclusos y en una celda llegan a dormir entre 30 y 40 presos cuando su capacidad es para al menos 20 personas.
Relatan los mismos internos al equipo de OVP que duermen en lápidas solas sin colchones porque no hay, otros colocan sus colchonetas en el piso por la insuficiencia de camas de cemento y ya algunos están haciendo “aéreas” que no son más que hamacas con sábanas, las cuales guindan de las rejas para dormir.
Aunque cuando este penal fue inaugurado se informó que la capacidad de albergue era mayor al número de privados de libertad que existe, al parecer la información no es real porque la realidad es que a los presos les falta espacio para dormir.
Sumado a los maltratos de los cuales están siendo objetos, al hacinamiento y la mala alimentación también sufren por la falta de atención médica, no cuentan con medicamentos, ni como ser atendidos dentro del penal y prueba de ello es que los heridos del motín fueron sacados para un centro asistencial, así mismo se están presentando enfermedades respiratorias, así como de la piel.
Por otra parte desde el OVP se está informando sobre esta situación al Relator de Personas Privadas de Libertad de las Américas comisionado Joel Hernández y al Grupo de Trabajo Contra las Torturas de Naciones Unidas.
NP.