Recomiendo a todos los venezolanos averiguar, lo más que puedan, sobre los orígenes y desarrollo del llamado Foro de Sao Paolo. El nombre se corresponde con la importante ciudad brasilera que lo vio nacer y vincula definitivamente a ese país con ese movimiento socialista y comunistoide. En sus primeros años lograron avances significativos en buena parte del Continente, pero poco a poco los pueblos latinoamericanos han despertado. En su inmensa mayoría, rechazan radicalmente los cavernícolas criterios que sirven de inspiración a los patrocinadores del mencionado Foro. Sólo Cuba. Venezuela Nicaragua y Bolivia se mantienen abiertamente alineados en esa dirección generando crecientes reacciones contra quienes aún tienen la responsabilidad de conducirlos. Algo muy serio está pasando. Confrontaciones definitivas se avecinan en esos países cuyos pueblos anhelan libertad y democracia.
En Venezuela la situación es particularmente delicada. Hemos tenido una dictadura totalitaria, socialista a la cubana, que se desmorona después de veinte años. Ha sido incapaz de enmendar errores y de corregir el rumbo de unas políticas fracasadas en todos los terrenos. El “socialismo del siglo XXI” ha resultado un fraude rotundo. Llega a su final con el país destruido, pero con un pueblo con esperanzas cifradas en la acción determinante de Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional y Presidente (e) de la República.
Así como los sectores democráticos mantienen una unidad, aunque dinámica y diferenciada, en la búsqueda de los objetivos trazados como el cese de la usurpación, el sector oficialista se desparrama, se divide y subdivide. Las cabezas visibles parecieran desesperadas y dispuestas a apelar al clásico recurso de la violencia física e institucional para mantenerse sobre la base de la represión que paralice gracias al miedo y al terror. Peor para ellos. Están muy mal.
Ante el enorme respaldo que la comunidad internacional está brindando a los demócratas venezolanos, la dictadura apela al apoyo de sus socios continentales y mundiales utilizando para ello una de las pocas estructuras que siguen más o menos vigentes en el mundo, como es el Foro de Sao Paolo. Está convocado para Caracas en reunión a celebrarse a finales de este mes de julio. Están llegando al país decenas de delgados de distintas partes del mundo con propósitos no claros, demasiado temprano para la reunión, pero suficiente para ejecutar planes de infiltración y asesoría en áreas importantes para mantenerlos.
Si las cosas siguen como van, nunca antes en este Continente se habrán reunidos tantos socialistas y comunistas para respaldar una dictadura en proceso de liquidación, pero muy importante para ellos desde todo punto de vista.
La Asamblea Nacional tiene que rechazar esta reunión del Foro de Sao Paolo y declarar personas no gratas a quienes asistan.
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