Muy pocas personas tienen el privilegio de saber qué es lo que pasa realmente en el Área 51, la base militar más famosa y secreta del mundo.
Por: Infobae
Por eso, la base estadounidense, ubicada en el desierto de Nevada, se convirtió en uno de los lugares favoritos de los fanáticos de las teorías conspirativas: algunos aseguran que allí están guardados los cuerpos de extraterrestres aterrizados en nuestro planeta; otros, en cambio, creen que en uno de sus hangares el gobierno de Estados Unidos filmó el alunizaje de 1969.
Pese a que estas teorías nunca fueron demostradas, la fascinación por el lugar sigue intacta: en los últimos días más de un millón de personas se unieron al llamado a invadir el Área 51 el próximo 20 de septiembre para buscar pruebas de vida extraterrestre.
Pero ¿cómo y por qué se originó el misterio?
La creación y el desarrollo de la Área 51 se vinculan directamente con los primeros tiempos de la Guerra Fría.
Ante la creciente influencia de Unión Soviética, las autoridades estadounidenses necesitaban desarrollar medidas de inteligencia adecuadas para entender los planes y el nivel de progreso de la tecnología enemiga.
Para hacerlo se necesitaba un avión que pudiera ingresar en el espacio aéreo ruso sin ser visto por los radares e interceptado.
Por eso, en 1954 el entonces presidente Dwight Eisenhower aprobó un proyecto secreto para desarrollar un avión espía secreto, el llamado programa U-2.
Para comenzar el programa se necesitaba un lugar aislado y secreto. Las autoridades encontraron el sitio perfecto en el desierto de Nevada, cerca del lago Groom, a 160 kilómetros de Las Vegas y donde se encontraba una antigua base militar —el Homey Airport— utilizada para entrenar a los pilotos de la Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial.
En el mapa el terreno figuraba con el nombre que pasaría a la historia: Área 51.
Paradise Ranch, el nombre con el que los trabajadores conocían el sitio, nunca tuvo el mismo éxito.
Nace el mito
El primer vuelo del U-2 se realizó en agosto de 1955. Luego la base fue utilizada para entrenar a los pilotos y guardar en sus hangares al flamante avión espía de la CIA (la agencia de inteligencia estadounidense).
Pero el lanzamiento del programa tuvo un inesperado efecto indeseado: disparó el número de observaciones de Objetos Voladores No Identificados, los famosos ovnis.
Las motivos detrás del aumento de las observaciones los explicó un informe del National Security Archive de 2013 que por primera vez confirmó públicamente la existencia del Área 51 e incluyó un mapa del sitio. Ese informe mostró cómo la mayor parte de las observaciones fueron realizadas por pilotos de aviones de línea que nunca habían visto volar aviones a las altitudes alcanzadas por el U-2 (18 mil metros, mientras los aviones en esa época volaban a una altitud de entre 3 y 6 mil metros).
Por otro lado, las autoridades de la aeronáutica estadounidense no podían admitir que se trataba de un proyecto secreto: por eso, adujeron que se trataba de “investigaciones de altas alturas sobre el clima”.
No fue suficiente: el mito ya había comenzado.
¿Tecnología extraterrestre? No exactamente
El U-2 no fue el único avión secreto desarrollado en la base militar. En los años siguientes hubo muchos más, como el A-12 y varios aviones invisibles a los radares como el Bird of Prey, F-117A, y Tacit Blue. Documentos desclasificados revelaron que en la base hasta fueron llevados cazas Migs rusos obtenidos en secreto para desarrollar los sistemas de defensa de los aviones estadounidenses.
Las teorías conspirativas tuvieron un nuevo empujón en 1989, cuando un hombre llamado Bob Lazar reveló en una entrevista a un medio de Las Vegas que había visto extraterrestres y naves alienígenas cuando trabajaba en la base.
Muchos otros trabajadores del sitio, sin embargo, desmintieron esas afirmaciones, asegurando que se trataba de invenciones.
“Muchos están enojados porque trabajaron en estas cosas y construyeron estos aviones increíbles”, dijo a la revista Popular Mechanics Peter Merlin, un historiador aeroespacial que investigó el tema durante más de tres décadas. “Esta es tecnología terrestre. Hay tipos diciendo que es extraterrestre cuando en realidad es antiguo conocimiento estadounidense”, agregó.
El Área 51 hoy
¿Qué pasa hoy en el Área 51? El lugar sigue en pleno funcionamiento y se está agrandando, como revelaron las imágenes satelitales de Google Earth.
Todos los días, un avión secreto llamado “Janet” transporta los trabajadores desde el aeropuerto de Las Vegas hasta la base.
Aunque hay algo que quedó igual a lo largo de los últimos 60 años: lo que ocurre en la base sigue siendo un misterio.
Según Merlin, es probable que se siga desarrollando tecnología militar secreta, especialmente drones, los aviones sin piloto cada vez más usados en las operaciones militares.
También, a pesar de que casi seguramente los rumores entorno a la base no son otra cosa que inventos de ciencia ficción, la gente sigue atraída por el aura misteriosa del lugar.
Por eso, el sitio y sus alrededores se convirtieron en una atracción turística, incentivada por las mismas autoridades locales.
En 1996 el estado de Nevada volvió a llamar la ruta 375 “La Autopista Extraterrestre”. En los lados de la carretera nacieron lugares como el Centro de Investigación Extraterrestre.
Hasta hay un prostíbulo llamado “Alien Cathouse”, que se promociona como el único prostíbulo con temática extraterrestre en el mundo y un hotel que, jugando con las palabras, se llama “Little AleInn” (pequeño alienígena).
Y luego está la base. Aunque para ingresar se necesitan permisos especiales, es posible conducir hasta el ingreso bajo el estricto control de los guardias.
Los habitantes de la zona están seguros: en el Área 51 conocen cada tortuga del desierto y cada liebre que se anima a acercarse a la valla.