La investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español la próxima semana se ve más próxima tras la renuncia este viernes del líder del partido izquierdista Unidas Podemos (UP), Pablo Iglesias, a formar parte de un futuro Ejecutivo de coalición.
“No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un gobierno de coalición de izquierdas. Estar o no en el Consejo de Ministros no será un problema siempre y cuando no haya más vetos y la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sea proporcional a los votos”, dijo Iglesias en un vídeo colgado en las redes sociales.
No debo ser la excusa del PSOE para que no haya un gobierno de coalición de izquierdas. Estar o no en el Consejo de Ministros no será un problema siempre y cuando no haya más vetos y la presencia de Unidas Podemos en el Gobierno sea proporcional a los votos pic.twitter.com/UcBoukAj7H
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) July 19, 2019
Poco después, en un comunicado remitido a los medios por el Partido Socialista, Sánchez aseguró que escuchará las propuestas de UP, pero pidió que no haya “vetos ni imposiciones” y que las conversaciones empiecen por los “contenidos”, además de recordar que será él el que “decidirá el equipo”.
La presencia del líder de UP en un hipotético Ejecutivo de coalición era el principal “escollo” para llegar a un acuerdo, según dijo ayer el presidente en funciones en una entrevista televisiva.
En el vídeo en el que informa sobre su decisión, Iglesias explica que le ha comunicado su propuesta a Sánchez y ha encargado al secretario de acción de gobierno de su formación, Pablo Echenique, que se ponga en contacto con los socialistas para iniciar cuanto antes una negociación para un acuerdo “integral de programa y equipos”.
“España necesita ya un Gobierno de coalición de izquierdas”, dice Iglesias en la grabación en la que asegura que ha estado “reflexionando” y ha decidido que él no será la excusa para que el PSOE “evite” esa coalición.
Pero remarca que lo socialistas deben asumir “que no puede haber más vetos” y que la presencia de miembros de su formación en el futuro Ejecutivo tiene que ser “proporcional a los votos” y hecha “lógicamente” por Unidas Podemos.
Una vez salvado el “escollo” de la presencia de Iglesias en ese hipotético Gobierno de coalición, suena con fuerza el nombre de Irene Montero, la número dos del partido, para formar parte de él.
En rueda de prensa, la portavoz en funciones del Ejecutivo español, Isabel Celáa, dejó hoy “abiertos todos los escenarios”, sobre una posible entrada de Montero en el gabinete socialista.
Poco antes, la dirigente de UP había criticado el veto a Iglesias, quien, recordó “es el candidato de 4 millones de españoles”, aunque insistió en que, aún así, su partido no tenía ninguna línea roja para negociar con el PSOE.
También el propio Iglesias, en una entrevista hoy con un diario español, dijo que a pesar de no ver “sensato” el veto de Sánchez, todavía confiaba en un lograr un gobierno de coalición.
Desde que comenzaron las conversaciones entre Sánchez e Iglesias tras las elecciones generales del pasado 26 de abril, el tira y afloja entre ambos ha sido constante.
El PSOE ganó esos comicios con 123 diputados, pero lejos de la mayoría absoluta (176), por lo que necesita el apoyo de UP (42 legisladores) y de otros partidos menores para refrendar a Sánchez.
El presidente del Ejecutivo español en funciones ha reiterado en varias ocasiones que su intención es no tener que necesitar para gobernar a los partidos independentistas, e incluso se acercó al conservador Partido Popular (PP) y a la formación liberal Ciudadanos para pedirles su apoyo o su abstención, algo a lo que ambos se negaron.
Además de Iglesias, otro escollo para pactar con Unidas Podemos era su posición respecto a las aspiraciones independentistas en la región de Cataluña, ya que la formación apoya la celebración de un referéndum de autodeterminación en esa comunidad autónoma, consulta que no está contemplada en la Constitución española.
El proceso de investidura comenzará el lunes 22, con el discurso de Sánchez, y la primera votación tendrá lugar un día después. Si el candidato no obtiene mayoría absoluta, habrá una segunda votación el jueves 25 en la que le bastaría tener una mayoría simple.