Cuba admitió por primera vez esta semana un déficit en la venta de combustible por un mayor consumo y el aumento de la circulación de autos, dijo el viernes la estatal Cubapretróleo, en momentos en que se agudiza la situación económica tras la baja del suministro de crudo de su aliado Pdvsa.
La falta de combustible, principalmente en La Habana, de la gasolina regular (B-90) y la especial (B-94) ha provocado largas filas en centros de abastecimiento y se suma a una serie de apagones esta semana debido a averías ocurridas en varias unidades generadoras de electricidad.
El ministro de Energía y Minas de Cuba, Raúl García, negó esta semana que los apagones en varias provincias estuvieran relacionados con la falta de combustible.
“La situación actual en este momento con respecto a la venta de combustible se ha visto afectada, hay colas (filas) en los servicentros debido a un déficit que ha habido en la distribución de gasolina”, dijo Tomás Pérez Álvarez, director de comercialización de Cubapetróleo en La Habana.
En el noticiero de televisión del mediodía, el directivo aclaró que el diesel y la gasolina Motor (B-83) mantienen su estabilidad en la distribución.
La afectación – agregó – quedaría restablecida el fin de semana (B-90) y el martes podría estabilizarse la (B-94), atribuyendo su déficit a “un mayor consumo, (…) incluso un 10 por ciento en comparación con el verano anterior, y a un mayor número de vehículos circulando en las calles”,
Pérez Álvarez apuntó que se transportan volúmenes de combustible de otras provincias para suplir el problema. La situación del combustible se produce cuando el comercio de la isla ha disminuido constantemente desde 2014 debido a la inestabilidad económica de su aliado, Venezuela y a una profunda crisis financiera local.
Además, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene una creciente presión económica sobre la isla.
Ha anunciado sanciones a más de 100 empresas cubanas, impuso restricciones de viaje más estrictas a sus ciudadanos y puso en vigor una ley de 1996 que permite a cubano-estadounidenses demandar a compañías extranjeras que usan propiedades nacionalizadas tras la revolución de 1959.
Reuters