Sobre lo que queda de la revolución bolivariana, bien pudiera caer un meteorito o un tsunami, sin que nadie lamentara el evento trágico; a no se por el pequeño detalle que ambas catástrofes, también se llevarían un circo que la democracia verdadera – no de la utilería- necesita para eso que llaman el juego democrático.
El chavismo necesita estar al otro día, para ser la oposición legítima de un gobierno que nacerá con muchas expectativas y mucha ayuda del mundo. Será como un mal necesario. Una suerte de brebaje chamánico al que un exorcista debe acudir si quiere cumplir sus objetivos.
Sin embargo, una cosa es la gata deambulando por la casa y otra muy distinta la gata en la batea.
Un ala del chavismo más fanático, no ha entendido bien dónde están, con qué cuentan y hasta dónde pueden maniobrar con un avión que va con fallas en los motores y una tripulación aterrorizada.
La decisión la tienen ellos. Una es pactar una transición como Mijaíl Gorbachov un abogado y político ruso que fue secretario general del Comité Central Partido Comunista de la Unión Soviética y dijo un día: O desmontamos esto o nos acaban.
La otra es: Desafiar con un machete en un mitin a gente como Mauricio Claver, Bolton, Abrahams, y Pompeo. Ese camino lo tomó un gentío que ahora yacen en el cementerio.
Barbados, así como Noruega no es más que la reunión de unos bobos sin público queriendo montar un teatro cuyo destino será el fracaso.
El gobierno – aunque eso es una cosa muy elegante para una cosa que más bien pudiéramos llamar “los gobiernos”- cree que su enemigo es el jefe del parlamento, o quienes jefaturamos partidos.
Su drama es tal, que con la proposición de unas elecciones en el primer semestre de 2020 de Asamblea Nacional y luego presidenciales en enero de ese año, creen que habrán engatusado a todo el mundo.
A la par van buscando a esos remedos de partidos que son cajas de Ariel al servicio velado del régimen; y personajes como Falcon, para montar unos bufones que aplaudan la comparsa que se monta en el Meliá de Caracas, desde hace semanas.
Por su parte la oposición tradicional, cree que puedan usar a EEUU y su gobierno, como el devoto que acude a Dios cuando necesita un favor, y conseguido el milagro ni reza ni agradece a éste.
Ambos están equivocados.
A estas alturas el único que podría hacer algo en el tablero, quizás esté muy enredado en su propio juego, me refiero a Diosdado Cabello que debe estar consciente con quién negociar una transición honrosa para todo el mundo.
Pero claro cualquiera puede engañarse así mismo.
A menos que esté Cabello convencido de todo ese cuento de la milicia, y que esas chatarras del ejército en realidad son tanques y no reliquias para los desfiles.
Del resto, AMÉRICA sólo ha amagado y aún no ha jugado. Pero lo que es seguro es que Maduro no puede jugar más, y que debe facilitar las cosas.
Eliott Abrahams lo ha dicho recientemente: Señores Maduro volvió mierda lo que había hecho Chávez.
En realidad no dijo esto exactamente, pero eso fue el fondo.
El camino más inteligente, sino quieren complicar las cosas es una transición honrosa que la puede presidir cualquiera siempre esté pactada y asegure en un tiempo prudencial el regreso de la democracia y el desmantelamiento del sistema socialista.
Luego habrá que ir a elecciones donde Maduro no habrá de estar porque durante la transición habrá salido del país con garantías.
Pero, todo ese cuento que está jefaturando un sector del régimen en Barbados va a provocar que despierte la furia de un dragón que esta dormido. Dejen quieto al que está quieto.