Cuando oigo que los chavistas son malos, perversos y los de oposición buenos, benignos, vuelvo a mi inocente niñez cuando oía de mi abuela, Carlota, los cuentos de un joven que era maltratado por sus hermanos y cómo él lograba vencerlos, versiones de la vida de José desde que es vendido por sus hermanos hasta que es él la persona que los puede ayudar a no pasa hambre en tiempos de la vacas flacas. Desde entonces creo que el bien siempre triunfa.
Pero en la política no es un problema de buenos o malos, sino de planteamiento y convencimiento, quien triunfa es quien tenga más fuerza, para lo cual es indispensable hacer el trabajo político en la calle vendiendo la idea, oyendo y convenciendo. En Venezuela la política se ha quedada solamente en la lucha por el poder en el cual eres tú o yo, nosotros o ellos.
Pero estamos en el tiempo en que todos nos necesitamos para poder avanzar, crisis global, la era del más que llama Moisés Naín, movilización, gente, migrantes, conocimiento, dinero… los gobiernos ya no pueden con el gasto publico necesitan de los ciudadanos. Entonces la interacción se hace cada día más complicada. Por tanto, estamos en necesidad de entender que no se trata ni de unos ni de otros, sino de todos, para salir adelante.
Por ello traigo a colación el estudio de Datin Corp de Junio 2019 el cual devela que el 68% de los encuestados considera que las sanciones internacionales contra el gobierno de Nicolás Maduro les ha afectado su calidad de vida, mientras que el 58% considera que en los próximos seis meses estará peor de lo que está, el 54% no ve una intervención militar, el 66% entiende que las negociaciones no tendrán éxito, pero el 60% apoyaría la escogencia de una nueva Asamblea Nacional y CNE, equilibrado. Quiere decir, que el venezolano prefiere elecciones ante cualquier conflicto. En ese espacio de elecciones para la presidencia Maduro cuenta con un 16%, Guaidó 33%, Leopoldo López 11% de allí los demás. Pero el PSUV cuenta con un 19% y los demás AD 7%, PJ 10%, VP 10% … sigue siendo el mayor elector “ninguno” que cuenta con el 47% de preferencia del electorado. Si bien es cierto que el bloque opositor es el 40% y que el chavista es del 19% el no alineado es de 38%, quiere decir, que la oposición no logra aglutinar el descontento del chavismo, ni el chavismo el descontento de los opositores.
De allí que comprendo que la política venezolana debe cambiar e ir hacia la unión de las partes, porque ahorita con toda esta crisis que se vive todavía hay chavismo, no puede oposición desparecerlos, dos visiones de país que deben complementarse en lugar de excluirse mutuamente. Para allá debemos ir, no es ni buenos ni malos sino orden y cohesión social. Ahora ¿cómo se come eso? En el próximo artículo lo desarrollo.
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