Siguiendo el hilo del artículo anterior, no se trata de que seamos buenos o malos, ni de un bando ni de otro, se trata de lograr un buen Orden, lo cual no lo podemos hacer sin Cohesión Social. Para ello, comprender el comportamiento de la sociedad venezolana, desde: Rafael Cartay en cuanto a que el venezolano tiene alta motivación al poder y baja motivación al logro; Pérez Bonalde para quien solo hay dos negocios buenos: la primera salir del país y el segundo no volver jamás; Laureano Vallenilla Lanz en el predominio de lo individual frente al colectivo; Augusto Mijares en el igualitarismo; frases lapidarias, como la de Romero García “Venezuela es un país de nulidades engreídas y reputaciones consagradas”; del personaje Eudomar Santos “como vaya viendo vamos viendo” en Por Estas Calles; el placer como una misión de vida, por encima de los valores como el amor, el trabajo y el deber, que decía Roberto De Vires; la viveza que sostiene en su tesis del individualismo anárquico Alex Capriles o individualista utilitarista, que analizo como un producto histórico en mi tesis de grado; es justo y necesario.
Por Carlota Salazar Calderón
Muy claro ha quedado en el imaginario colectivo los estereotipos de cómo el de jugar a vivo, la improvisación, donde más vale un amigo que la ley, la gente salta cualquier norma o persona para conseguir un logro inmerecido, privan los antivalores de la improvisación, el oportunismo… ponme donde hay, cuánto hay pa’ eso…este comportamiento ha mutado hasta llegar a su esplendor en este siglo XXI como expresión del llamado bachaquero, que se traduce en la reventa a precios desproporcionados, sin aportar valor alguno.
Y sí, hay leyes, muchas, pero no se cumplen, independientemente de la forma republicana, democrática, federal, representativa, participativa, centralizada o descentralizada que establezca la Constitución, la realidad es que el poder ha estado centralizado en el caudillo de turno, los gobiernos encapsulados en las elites políticas (compadrazgos), clientelismo, corrupción, autoritarismo y ¿la sociedad? a lo suyo.
Cada gobierno impone el Orden sin tomar en consideración a la sociedad en la que actúa. El Orden Social es un concepto de las ciencias sociales que engloba jerarquía, normas e instituciones que son aceptadas socialmente, límites de conducción. Pero para que la sociedad la cumpla ese Orden Social debe surgir de ella en cohesión, es decir, en un grado de consenso de sus miembros.
¿Entonces? ¿Con qué se come eso? ¿Cómo se logra? Esa cohesión que nos permita como sociedad establecer nuestro marco de conducción, nuestros límites, nuestro régimen y sistema político se encuentra en la interacción. Oírnos, reconocernos, entendernos colocando el bien de todos por encima de nuestros intereses particulares, urge en estos tiempos de diatriba, descalificación y confrontación. Por ello, oponerse a las negociaciones… juega contra de la paz y la estabilidad que necesitamos. Un pacto de gobernabilidad es indispensable para avanzar en el progreso y desarrollo del país, el cual será objeto de mí próximo artículo.