Hay una realidad que por temor, ignorancia o inocencia preferimos obviar, y es que la “ciudad de techos rojos”, la “sultana del Ávila”, como se le ha llamado a Caracas, es una ciudad que reposa entre la placa del Caribe y la Suramericana lo que la convierte en una ciudad muy vulnerable y en permanente riesgo, al igual que a sus habitantes.
Por IVONNE AYALA PERDOMO / 2001
De acuerdo ha informado la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis), los sismos son “uno de los mayores riesgos potenciales en Venezuela en cuanto a pérdidas humanas y económicas”.
Se ha contabilizado que cerca del 80% de la población venezolana vive en zonas de alta amenaza sísmica “variable que aumenta el nivel de riesgo, haciéndolo cada vez mayor a medida que se eleva el índice demográfico y las inversiones en infraestructura”.
Sin embargo, Aquiles Martini Pietri, presidente de la Comisión de Infraestructura y Hábitat estima que esta cifra aumentó.
“En el terremoto de Haití en 2010, de 7 grados en la escala de Richter, murieron 316 mil personas y un año después, en un sismo ocurrido en Chile, más fuerte y por mucho más tiempo, falleció una persona. La diferencia fueron las ordenanzas y el cumplimiento de normas de construcción adecuadas y establecidas universalmente. Me temo que si aquí hay un terremoto similar al del año 67, vamos a contar los muertos por miles. Las vías de escape no existen, tampoco los mecanismos para ayudar a las personas que puedan resultar lesionadas”.
De acuerdo a la encuesta Encovi de la Universidad Católica Andrés Bello, “el 87% de los venezolanos se encuentra por debajo de la línea de la pobreza”.
“Solo hay que ver el tipo de construcciones que se levantan cada día en mayor cantidad, en los cerros de la ciudad. Son como castillos de barajitas. Como bloques colocados unos sobre otros. Ese tipo de edificaciones no aguanta un movimiento leve. Lamentablemente la gente vive aquí sin pensar en los riesgos”, comentó un ingeniero que prefirió no revelar su nombre.
El terremoto de 1967 dejó a su paso más de 2 mil heridos y pérdidas materiales cuantificadas en 10 mil millones dólares, según cifras de Funvisis.
“De ocurrir un evento telúrico me preocupa lo desprevenida que está la gente, e incluso las autoridades, no son frecuentes los operativos para formar a la población sobre lo que deben hacer en caso de un sismo. A veces mata más gente el hacer algo equivocado que el terremoto en sí”, comentó el ingeniero.
De cuantos somos. En Caracas vive más del 20% de la población total del país que se ubicaba antes de la migración masiva en 32 millones 934 mil 499 habitantes, si le restamos los 3 millones 500 mil que abandonaron el territorio en busca de mejores condiciones de vida en otras naciones, tenemos que tendríamos un aproximado de 29 millones 434 mil 499 habitantes, por lo que Caracas tendría casi 6 millones de pobladores, esto, sin contar con la migración interna de ciudadanos del Zulia, Lara, Carabobo, Barinas, Táchira y Mérida, entre otros estados que ahora se vienen a la capital “porque aquí las cosas son menos malas con los servicios, al menos tienen más luz”.
Coinciden los consultados en que actualmente las construcciones se están levantando con “materiales de muy mala calidad y con poco o ningún conocimiento técnico”.
En el año 1967, la cantidad de habitantes censados era de 10 millones 359 mil 745, es decir en 2019 hay 19 millones más que en la época del terremoto que hoy recordamos, por lo que se presume que si no se toman acciones de prevención desde ya, los resultados serían nefastos para el país, en caso de que se repitiese un evento como ese o de mayor intensidad.