Las acciones tomadas por EEUU son el inicio de una movilización global, que estructure un gran ejercito de paz, para salvar la vida de 30 millones de personas, y la integridad de muchos países del mundo, que hoy son víctimas de innumerables actuaciones criminales, que desestabilizan sus economías, su paz y su bienestar ciudadano.
Las grandes mafias siempre han existido, pero nunca una de carácter transnacional, con la fortaleza de esta empresa de malhechores, que deja estupefacto, a quien lea el trabajo presentado en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, por los investigadores Douglas Farah Y Caitlyn Yates, reseñado por “la patilla” el 29 de mayo del año en curso.
Las primeras acciones ejercidas, todavía no le han dado por la cabeza a este grupo perverso. Señala el estudio que no es una entidad única, es una red. Es decir, son muchas cabezas que operan en todo el mundo.
Las medidas tomadas por el Presidente Trump no son casuales, ni obedecen a un capricho, es que se requieren acciones conjuntas y de gran calado. Es una mafia sofisticada. PDVSA, es la lavadora gigante de cantidades inimaginables. Bajo esta tipología, han impulsado con dinero sucio, no sólo las campañas venezolanas, sino las de Evo Morales, Rafael Correa, Mel Zelaya, Daniel ortega, Mauricio Funes, Lula Da Silva, y los insumergibles Kirchner, hoy metamorfoseado Fernández.
Las FARC recibían y el ELN recibe dinero de PDVSA, para entrelazarlo con la droga, a través de los carteles nacionales, (léanse soles, enanos, flores y el mal del inconfundible El Aissami).
El estudio identifica 181 individuos, de 176 compañías en hasta ahora 26 países. Las cantidades financieras movilizadas son incalculables; petróleo, cocaína y oro, las tres banderas del castro chavismo.
Han descubierto que no hay producción de petróleo, pero sí venta de barriles falsos, para adquirir activos y fortalecer su cartera criminal.
La acción militar de paz debe ser no solo en Venezuela. Se requiere una actuación para desmantelar los monstruos falsos petroleros llamados ALBA. Albanisa en Nicaragua, recibe fondos que cuadriplican las importaciones. La chequera de Ortega, cada vez está más llena y con más fuerza para reprimir. Solo una acción militar podrá salvar a Nicaragua.
El FMLN en el Salvador es un emporio financiero dirigido por Merino, excomandante de esta Guerrilla.
Raúl Gorrin, Fundador de los “Enanos”, utiliza el esquema de la compra de activos y manipulación del tipo de cambio, adquiriendo bancos extranjeros, fachadas para dar la vuelta de Bolívares a Dólares. Las sumas son estratosféricas y los bienes adquiridos infinitos. Este esquema funciona en todos los países. Por eso subsiste Cuba. Rusia y China son otros entramados, montados también de Estado a Estado.
Surinam, finge refinar oro a través de una empresa KSMH, en la ciudad de Wint Sant La refinería no existe en realidad, solo en los papeles y maneja cantidades inmensas de dinero para la gran mafia Bolivariana.
Surinam es otro paraíso del Mal. El Maduro de Surinam se llama Desi Bouterse, y sólo saldrá si un ejército de paz interviene, para salvar ese humillado pueblo y acabar con el Estado terrorista.
El oro saqueado también va a Turquía, Uganda y Rusia. No solo oro, coltán, uranio y muchos otros bienes difíciles de conseguirle rastro. Refinerías, empresas falsas en numerosos países, es la manera de saquear las arcas venezolanas. Da para una novela, como la historia inventada por Ortega para construir un canal con un chino de mampara, cuyo propósito real es lavar dinero de los venezolanos. Por allí no navegará jamás ni un barquito de papel. Todos estos mafiosos Bolivarianos compraron bancos para tapar sus miles de fechorías.
El Bloqueo, que con desfachatez hablan los líderes de esta trama criminal fue generado por este saqueo que creo la hiperinflación, imposible resolver hasta no desalojar a esta empresa delincuencial. Todo lo inició Chávez, a través de alianzas forajidas y preparó al usurpador, convertido en el gran hampón mundial, padre de una deuda externa que sobrepasa los 100 mil millones de dólares. Venezuela ha perdido 600 mil millones de dólares desde el 2012 hasta nuestros días.
Combatir esta red requiere la presencia militar latinoamericana. Requiere un esfuerzo del Hemisferio Occidental, e insisto, nuestra Constitución hace un llamado en su artículo 187-11, no nos cansamos de leerlo, es la brújula hacia la libertad:
“Autorizar el empleo de misiones militares Venezolanos en el exterior o extranjeras en el país”
El que tenga ojos que actúe.