Camarón que se duerme se lo lleva la corriente. El letargo comunicacional en el que está inmersa la oposición es imperdonable. La desesperanza vuelve a atrapar a los venezolanos con justificadas razones. A 6 meses de la juramentación de Juan Guaidó como presidente de la República en medio de la peor crisis política, social y económica que haya vivido el país, ya se hace insuficiente pedirle a la gente confianza, por el contrario, se necesitan hechos tangibles que la movilicen hasta alcanzar el objetivo final.
Llegó el momento de dejar atrás el güabineo, las indecisiones y las novatadas. Llegó el momento de agarrar el toro por los cachos. Si de verdad se es Presidente, entonces hay que actuar en consecuencia. Ha pasado medio año y en Venezuela nos seguimos debatiendo entre un rey sin corona que tiene todo el apoyo internacional pero ningún poder a lo interno, y uno deslegitimado mundialmente pero ejerciendo el poder a su antojo.
Como reza la sabiduría popular: La esposa del César no solo debe serlo, sino parecerlo. ¡Presidente Guaidó, reaccione! Hay que ir más allá de las desgastadas concentraciones de calle, más allá de los discursos con frases bonitas que se diluyen cuando nos toca plantarle cara a los avatares del día a día. Hay que ir más allá de los micrófonos, de las declaraciones de los gringos, de las discusiones sobre el TIAR y Barbados. La gente reclama menos palabras y más acción. La gente está mamada, o lo que es lo mismo, vencida, aturrullada y duramente engañada.
Presidente Guaidó, aproveche que hoy la asesoría es gratis. Si bien no le pido cosas inviables como ejercer el mando supremo de la Fuerza Armada Nacional o administrar la Hacienda Pública Nacional, usted tiene cómo hacer gestión que neutralice el poder de quienes hoy ocupan Miraflores, y a su vez, generar esperanzas de cambio sustentadas a través de la ayuda directa a la gente. Tiene el deber de demostrarle a los venezolanos que se va avanzando en la atención de sus prioridades a la par de la resolución del conflicto político macro que pareciera no tener fin.
Presidente Guaidó, con todo el respeto, lo invito a tomar papel y lápiz para crear juntos algunas posibilidades. Imaginemos, pongámonos creativos. Salgamos de la modorra, de la queja, de la víctimización y evaluemos soluciones. Para que tanto esfuerzo sea llevadero y valga la pena debemos ofrecer buenas noticias, no todo pueden ser problemas. Sacuda a su gente, oblíguelos a ir más alla de la diatriba política. Exíjales organización con resultados.
Si entre sus competencias constitucionales está la de dirigir las relaciones exteriores de la República, celebrar y ratificar los tratados, convenios o acuerdos internacionales, ¿por qué no aprovechamos el apoyo de los más de 50 países que lo respaldan y solicitamos formalmente espacios en sus universidades para preparar en áreas específicas a nuestros jóvenes, de cara a la reconstrucción del país que viene? ¿Por qué no hacemos un censo real, tanto dentro como fuera del país, para tales fines? No tengo duda de que los aliados lo respaldarían.
Lo mismo aplica para el área de la salud, Presidente Guaidó. Con los millones de dólares que los gobiernos de Estados Unidos y la Comunidad Europea aportan a los países vecinos para atender a los migrantes venezolanos, ¿no cree usted que se pudieran organizar lotes controlados de pacientes que requieran operaciones o tratamientos específicos y trasladarlos hasta esos países para tales fines?
Como dicen: a Dios rogando y con el mazo dando. Por un lado se juega el ajedrez político pero por el otro se impulsan acciones concretas para impactar a la población. De eso se trata gobernar. Para eso se es Presidente. Los venezolanos confiamos en usted pero estamos dudando de muchos que lo acompañan.
Mire bien a su alrededor y quien no esté a la altura de las circunstancias, quien no le aporte ideas y cómo ejecutarlas, y quien no vea más allá de sus narices para poder crear espacios tangibles que lo reconecten con la gente, sencillamente le está boicoteando su trabajo. ¡Presidente Guaidó, reaccione antes de que sea tarde!.
Gladys Socorro
Periodista
Twitter: @gladyssocorro