Antonio Díaz lleva más de 20 años cosechando éxitos con la selección de karate de Venezuela. Es el deportista que más medallas ha ganado en la historia del Campeonato Mundial de esa disciplina. Sin embargo, las condiciones en la que él y sus compañeros compiten actualmente han cambiado mucho desde sus inicios a causa de la crisis que atraviesa el país, publica Voz de América.
“En la selección de karate yo creo que la gran mayoría está viviendo fuera de Venezuela. Antes, teníamos la posibilidad de hacer concentraciones, de entrenar juntos. Ahora, nos vemos en los eventos directamente”, asegura Díaz.
Bajo condición de anonimato, para evitar represalias del gobierno en disputa de Nicolás Maduro, un alto representante del Comité Olímpico del país informó a la Voz de América que la reducción de fondos de la administración en el deporte, el congelamiento de los activos venezolanos por parte de Estados Unidos y las sanciones que apuntan a quienes hacen negocios con Caracas han afectado directamente a estos atletas. La última de ellas, los Juegos Panamericanos, celebrados en Lima.
Según la fuente, 300.000 dólares del Comité se vieron afectado por las últimas sanciones impuestas por Washington, con las que la administración del presidente Donald Trump congeló todos los activos de Venezuela. “El Comité ya no tiene este dinero en un banco, se lo devolvieron en un cheque de gerencia, pero no lo puede cobrar porque ningún banco está aceptando que abra una cuenta en Estados Unidos”, señaló.
Sin embargo, este es solo uno de los últimos episodios que ha entorpecido el rendimiento de los deportistas de las selecciones en varias disciplinas. Los atletas ya están acostumbrados a enfrentar retos más allá de los deportivos.
“Para mí ha sido complicado muchas veces el tema de la logística, poder, a veces, salir de Venezuela. Hay cada vez menos opciones en cuanto a vuelos, el tema de los costos también afecta”, dice Díaz.
Alejandro Castro lleva al frente de la selección de karate dos décadas como director técnico. Considera a sus atletas “embajadores de Venezuela”. “Lejos de toda situación política, económica, de seguridad del país, ellos son las personas que van a llenar de luz el camino de todos los venezolanos”, indica el seleccionador, quien considera que el deporte aporta alegrías a quienes están sufriendo de lleno los efectos de la crisis.
Sin embargo, Castro reconoce las dificultades que enfrentan los deportistas de alto rendimiento de su país: “hay situaciones que están escapando el control de algunas federaciones”. Se refiere a casos como el de la nadadora Paola Pérez, que, en los Juegos Panamericanos de Lima, sufrió una hipotermia por no contar con el traje de neopreno reglamentario. La deportista denunció el caso en sus redes sociales.
“Cada quien trabaja por su lado, (hay) intereses personales, problemas entre federativos que nos afectan a nosotros”, denunció la deportista en sus redes sociales asegurando que, el año pasado, los organizadores de los Juegos habían mandado a su federación una lista del equipo que necesitaba para competir.
Marián Cuervo, otra karateca de la selección, opta por mirar hacia adelante. “Guerreamos con cualquier situación, entrenamos fuerte día tras días aprovechando esos campeonatos en los cuales asistimos, haciendo un esfuerzo un poquito extra de lo que hacíamos antes o de lo que hacen otros deportistas de diferentes países que tienen ese plus de contar con un poquito más de apoyo”.
Cuervo es puro optimismo y, ante la adversidad, prefiere aferrarse a lo positivo. Toda su familia vive fuera de Venezuela, pero ella optó por quedarse en Caracas. Consciente del gran número de venezolanos que ha huido de la crisis y que ha buscado refugio en otros países, dice ver un punto de conexión en el exterior cuando viaja para competir.
“Estoy sola en el sentido familiar, estoy en Venezuela. Sin embargo, ahora tengo, amigos en todo el mundo. Es increíble esa cantidad de personas que nos encontramos fuera. Ese calorcito de tu cultura es increíble realmente”.
Todos estos deportistas tienen ahora la mirada puesta en los Juegos Olímpicos de Tokio del año que viene. Allí buscarán cumplir sus sueños y aportar alegrías, en forma de medallas, para quienes los ven desde una incierta Venezuela.