Nadie sabe cómo lo hace, pero a sus 93 años de edad y con 67 años en la Corona, la Reina Isabel se ha convertido en una de las monarcas más longevas de la historia, superando incluso a su propia tatarabuela, la Reina Victoria; y aunque hay mucho que no podemos saber, sí hay unos cuantos datos curiosos que probablemente ni siquiera imaginabas sobre ella.
Probablemente has escuchado algunos de sus beneficios reales como máxima autoridad de Inglaterra, por ejemplo que no necesita de un pasaporte ni de una licencia de conducir, pues es bienvenida a donde quiera que vaya (y evidentemente no necesita hacer ninguna fila de inmigración), y aún si infringiera alguna regla de tránsito ningún policía se atrevería a pararla.
No obstante, siempre viaja con su médico de cabecera y este está obligado a llevar varias bolsas con la sangre de la Reina por si llegara a presentarse algún contratiempo que pusiera en riesgo su vida… Este y varios datos más te compartiremos a continuación.
Tiene un cajero personal
Aunque este no es un beneficio con el que haya contado toda su vida, desde 2001 el banco inglés Coutts instaló un cajero automático “personal” en el sótano del Palacio de Buckingham para que Su Alteza Real pudiera hacer sus movimientos monetarios desde la comodidad de su casa.
Tiene su propia raza de perros
Como sabes, Isabel II es amante de los animales, de los caballos y los perros de raza Corgi principalmente, sin embargo, se dice que creó una propia raza de canes a los que denominó “dorgi”, los cuales son descendientes del cruce de una de sus mascotas con el perro dachshund de su hermana, la princesa Margarita.
Tiene un poeta personal
Entendemos que pueda necesitar sastres, cocineros, jardineros y hasta decoradores a su servicio, pero parece bastante fuera de este mundo que la monarca cuente incluso con su poetisa personal. Su nombre es Carol Ann Duffy y desde 2009 es la poetisa oficial de la Reina; además, es la primera mujer, escocesa y primera persona abiertamente homosexual en ocupar el puesto.
Viaja siempre con bolsas de su propia sangre
Suena muy descabellado y hasta terrorífico, pero en realidad si la Reina Isabel viaja siempre con su médico de cabecera y un banco de sangre propio es por si llegara a necesitar asistencia médica a lo largo de alguno de sus viajes por el mundo. De igual forma, el Príncipe Felipe de Edimburgo también hace lo mismo.
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