La Policía de Nicaragua impidió este martes que dos grupos de opositores caminaran por las calles de Managua con la bandera nacional, que se ha convertido un símbolo de rechazo hacia el sandinismo y al presidente Daniel Ortega, en medio de la grave crisis sociopolítica local.
Los grupos, de apenas tres personas cada uno, buscaban aprovechar por separado la orden del Gobierno, de alzar la bandera de Nicaragua con motivo de las fiestas patrias de septiembre, sin embargo, sendos despliegues de la Policía impidieron que los opositores se expresaran.
“Daniel Ortega dijo en una entrevista que hay aquí libertad, pero vean, no nos dejaron ni caminar sobre la acera, dijo que se podía utilizar la bandera, pero han mandado a más de 30 jóvenes (policías) para reprimirnos a tres ancianos”, dijo el manifestante Frank Cortés, quien lideró uno de los grupos, al norte de Managua.
“¡Queremos libertad!”, gritó el otro grupo, compuesto de tres jóvenes que alzaron la bandera de Nicaragua en el centro actual de Managua, mientras eran rodeados por decenas de policías antimotines.
La líder del grupo juvenil, la estudiante Zaya Hernández, quien fue capturada por paramilitares y luego liberada en mayo pasado, llamó a los grandes grupos opositores a tomar “acciones en las calles”, para hacer que Ortega respete los derechos humanos.
Desde la semana pasada el Gobierno llenó los edificios estatales y automóviles de uso oficial con banderas de Nicaragua, un acto que la oposición ha interpretado como una “victoria”, ya que es la primera vez desde que Ortega volvió al poder en 2007, que el pabellón nicaragüense prevalece por sobre el rojinegro de los sandinistas.
Desde el estallido social contra Ortega, en abril de 2018, las personas que portan la bandera de Nicaragua son perseguidas por el Gobierno local. Algunos nicaragüenses han sido condenados a varios años de prisión, o sufrieron torturas, por alzar o vestir los colores nacionales: azul y blanco.
La crisis de Nicaragua ha dejado unos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Organizaciones locales elevan la cifra a 595. El Gobierno admite 200.
La CIDH ha señalado al Gobierno de Nicaragua como responsable de crímenes “de lesa humanidad” en el marco de la crisis.
EFE