El dólar sigue desatado y su precio, que ya pasó la barrera de los 20 mil bolívares en el mercado paralelo, acentuó este miércoles el estrés entre los venezolanos que viven angustiados por la hiperinflación que registra el país.
La vertiginosa alza del 69% en el valor de la divisa norteamericana en lo que va del año, según analistas locales, profundiza la crisis humanitaria y aleja cada vez más la posibilidad de comprar los bienes básicos que en su mayoría se venden en dólares porque “ya nadie quiere recibir bolívares”.
“Yo no tengo dólares, de casualidad bolívares, y fui a comprar unas sardinas y no quisieron recibir los billetes porque son de baja denominación, solo aceptan dólares”, se quejó con ANSA, Lucia Maldonado, de 35 años, en las afueras del mercado de Quinta Crespo en pleno centro de Caracas.
A su lado, Pedro Castro, de 28 años, afirmó que “para el venezolano común es imposible comprar los productos básicos con esos precios dolarizados y estos sueldos de hambre”. “Mucha gente está pasando hambre porque no tiene para comer, es triste, pero en esta revolución el dólar mató al bolívar”, afirmó.
Para el economista Francisco Rodríguez, director de Torino Economics, la economía está viviendo una “dolarización salvaje” donde “el que tiene ahorros en dólares o recibe remesas tiene poder adquisitivo para comprar los bienes y eso lleva hacia arriba los precios”.
“Mientras que los más débiles, los que no tienen acceso a la divisa, salen perdiendo y afectados directamente”, agregó. Indicó que esto es consecuencia de la crisis profunda que registra el país que se está agravando cada vez más y que “se puede poner mucho peor porque las importaciones han caído en más de 60% con respecto a los niveles del año pasado y al mismo tiempo las cosechas de alimentos se están desbordando porque no hay gasolina para llevar los alimentos a los centros urbanos”.
“Tenemos problemas graves en estos momentos porque la producción petrolera está tan baja, y no se puede vender petróleo a Estados Unidos por las sanciones impuestas al gobierno de Nicolás Maduro”, expresó.
En este sentido precisó que “se perdieron 400 mil barriles diarios del mercado de exportación a Estados Unidos, la producción petrolera cayó de 1,1 millones de b/d a 700 mil b/d”, las importaciones van hacer con suerte 7 mil millones de dólares y las de alimentos y medicinas no llegan ni a los 2 millones de dólares”.
“En el fondo, lo que tenemos es que el gobierno se sigue financiando con dinero inorgánico, y puso a circular 22 billones de bolívares con lo cual triplicaron la liquidez y aceleraron el precio de la divisa norteamericana”, afirmó.
A su vez, el economista Ingerzon Freites sostuvo que “mientras la oferta de bolívares supere la oferta de dólares en un país donde existe un alto volumen de productos importados, y a eso le agregas el grado actual de dolarización, la especulación cambiaria seguirá”.
“Una economía con bajos índices de productividad, con su principal industria en decadencia, con bloqueo financiero en muchos de sus sectores principales, con hiperinflación, no va tener un tipo de cambio competitivo o racional”, precisó.
Puntualizó que en lo que va de agosto la variación del precio del dólar paralelo es del 69% frente a un bolívar que perdió su poder de compra y que redujo el salario mínimo mensual de 40 mil bolívares, al equivalente de 1,97 dólares.
Venezuela registra una profunda crisis económica acentuada por una inflación que el mes pasado cerró en 33,8%, para una tasa acumulada de 1.579,2% y una anualizada, de julio de 2018 a julio de 2019, de 264.872,9%; según cifras de la opositora Asamblea Nacional.
Con información de ANSA