Un tribunal acusó al expresidente sudanés Omar al Bashir de posesión ilegal de divisas y de enriquecimiento ilegal durante su mandato en el país africano, que terminó el pasado 11 de abril tras ser derrocado por el Ejército después de 30 años en el poder.
El juez del tribunal de Jartum, Sadeq Abdelrahman, acusó al dictador de “tener en su posesión 16 millones de euros en su casa, 351.770 dólares y 5,7 millones de libras sudaneses que fueron adquiridas y dispuestas ilegalmente”, y que fueron encontrados en su hogar repartidos en bolsas de plástico el pasado 16 de abril.
En la vista del pasado día 19 de agosto, día de la apertura del juicio, un investigador de la Policía sudanesa leyó su informe con las conclusiones de las investigaciones preliminares, según las cuales el expresidente recibió un “regalo” de 91 millones de dólares de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Esos “regalos” procederían, entre otros, del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, del exmonarca saudí Abdulá Abdelaziz, además del jeque y presidente de EAU, Jalifa bin Zayed, según su confesión.
Hoy, Al Bashir ha hablado sobre Bin Salman y ha aseverado ante el juez: “el príncipe Mohamed bin Salman me envió 25 millones de euros en un avión privado, que fue recibido por el jefe de su oficina, Hatem Hasan Bejit. Además, el príncipe rechazó revelar su identidad. Por consiguiente, el dinero no fue depositado en el banco de Sudán”, se justificó el expresidente.
Asimismo, arguyó que durante el interrogatorio “deseaba” que el juicio fuera secreto con el fin de que no se revelara el nombre del príncipe saudí “porque Bin Salman enfatizó en que su nombre no apareciera”, según Al Bashir.
Hasta el momento, la casa real saudí no se ha pronunciado al respecto.
Al Bashir comentó que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), cuerpo acusado de llevar a cabo matanzas en los últimos meses y de ser el responsable del asalto a la acampada frente a la sede del Ejército en Jartum, que dejó decenas de muertos en el episodio más sangriento de las revueltas que comenzaron en diciembre en Sudán, recibieron 5 millones de euros.
En estas revueltas se derrocó a Al Bashir, que fue posteriormente detenido y llevado a al prisión de máxima seguridad de Kobar, donde se encuentra actualmente.
El juez rechazó, además, la petición de la defensa para otorgarle libertad condicional bajo fianza a Al Bashir, pues “está acusado a penas que superan los 10 años”.
El exgobernante también está acusado por la fiscalía sudanesa de la “muerte” de manifestantes durante las protestas que llevaron a su derrocamiento.
El próximo sábado se celebrará otra vista en la que se escuchará a los testigos de la defensa.
De momento, las nuevas autoridades que dirigen el país han rechazado que Al Bashir sea juzgado en la Corte Penal Internacional de la Haya por cargos de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad por supuestos ataques del Ejército y de milicias progubernamentales contra la población civil de Darfur (oeste), entre 2003 y 2008. EFE