Mientras un feroz huracán azota el sur de Florida, los funcionarios del agua rebajan desesperadamente los canales en anticipación a los cuatro pies de lluvia.
Por David Fleshler | latimes.com
A toda la población al este de Dixie Highway se le ordenó evacuar, por temor a una amenazante marejada ciclónica.
Los meteorólogos debaten si la tormenta generará los vientos de 200 mph necesarios para alcanzar la Categoría 6.
Este es el escenario para los huracanes en un mundo más cálido, un tema de malvada complejidad e investigación científica considerable, mientras los expertos tratan de desentrañar los efectos del cambio climático de las influencias de los ciclos naturales.
Algunos cambios -como la desaceleración del movimiento de avance de los huracanes y el empeoramiento de las marejadas debido al aumento del nivel del mar -están sucediendo actualmente. Es posible que otros impactos, como el aumento de su fuerza, ya hayan comenzado, pero son difíciles de detectar, teniendo en cuenta todas las otras fuerzas climáticas que operan.
Sin embargo, hay una mayor certeza en los últimos años. Entre las conclusiones, se sabe que los huracanes serán más húmedos. Es probable que se muevan más despacio, deteniéndose en cualquier área que atraviesen. Y aunque existe un debate sobre si habrá más o menos de ellos, la mayoría de los investigadores creen que serán más fuertes.
“Existe un acuerdo casi unánime de que los huracanes producirán más lluvia en un clima más cálido”, aseguró Adam Sobel, profesor de física aplicada en la Universidad de Columbia y director de la Iniciativa sobre Tiempo y Clima Extremo, de la entidad educativa.
“Existe un acuerdo de que habrá un mayor riesgo de inundación costera, como mínimo debido al aumento del nivel del mar. La mayoría de las personas cree que los huracanes serán, en promedio, más fuertes. Hay más debate sobre si ya podemos detectar eso”.
Nadie sabe qué tan fuertes podrían ser, alimentados por agua oceánica más cálida. Timothy Hall, científico principal del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, señaló que las velocidades máximas del viento, de hasta 230 mph, podrían ocurrir antes de fin de siglo si las tendencias actuales de calentamiento global continúan. Esa sería la fuerza de un tornado F-4, que puede levantar automóviles y lanzarlos por el aire (aunque los tornados, debido a sus rápidos cambios de dirección del viento, se consideran más destructivos).
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