Un grupo armado tomó justicia por mano propia luego de atrapar a un supuesto delincuente en Tuxpan,Veracruz, a quien desnudaron, amputaron las dos manos y abandonaron frente a la escuela secundaria técnica número 2. Así lo reseña infobae.com
A la víctima identificada como Adrián Mariano Pérez, de 15 años, además de mutilarle las manos, sus agresores le pintaron el cuerpo de gris y le escribieron la leyenda “Por rata me paso esto”.
Según medios locales, el joven habría sido secuestrado por un comando que se adjudica “hacer limpia de delincuentes”, en dicho municipio, al norte del estado.
Adrián fue encontrado por las autoridades frente a la escuela con un shock hipovolémico por amputación de manos. Fue ingresado a un hospital y su estado de salud se reporta como delicado.
Las manos, envueltas en bolsas de plástico, se encontraban contaminadas, por lo que no será posible una cirugía para rehabilitarlas a la víctima.
Además, en Tuxpan no cuentan con personal médico especializado y la tecnología adecuada para dicha cirugía.
En tanto, las autoridades desplegaron un operativo para localizar al comando armado.
Los castigos por mano propia se han vuelto una práctica común en México. Un informe por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) publicado en mayo pasado, alertó que hubo un incremento sustancial entre 2015 y 2019.
El conteo reveló que en los primeros cinco meses de 2019 se reportaron 67 casos por linchamiento a personas. Durante 2015, se registraron 43 casos; en 2016, 59; en 2017, 60 y en 2018, 174.
La percepción generalizada de inseguridad, la desconfianza y la lejanía de las autoridades han propiciado esta tendencia violenta en todo el territorio mexicano.
De acuerdo a la CNDH, los rumores son la causa más común de los linchamientos, ya que causan que los “justicieros” persigan a los supuestos responsables.
El reporte señaló que grupos de hombres y mujeres de diferentes edades y estratos sociales participan o incitan hechos violentos.
Varios casos de justicia por mano propia se caracterizan por la difusión de mensajes a través de redes sociales, especialmente en aplicaciones como WhatsApp.
Las redes son importantes en términos de difusión, pues así los comandos armados alertan a los delincuentes que eso les puede suceder.
El pasado 8 de agosto, habitantes de Puebla lincharon a cinco presuntos secuestradores, entre ellos un menor de edad. Las víctimas fueron colgadas de un árbol hasta morir.
Presuntamente, los delincuentes intentaron privar de su libertad a Armando Pérez Contreras, un empresario ganadero de la zona. Las primeras investigaciones señalan que cuatro de los supuestos delincuentes interceptaron a un hombre, de 61 años, en el municipio de Tepexco.
Lo sometieron y lo subieron a bordo de un Kia, con placas XXD6723, del estado de Tlaxcala.
Algunos de los pobladores se percataron del incidente, y reportaron la emergencia a las autoridades.
Los agentes municipales identificaron a los delincuentes a la altura de Cohuecan, y lograron liberar al empresario. El encuentro entre secuestradores y agentes derivó en una persecución, pues los responsables se dieron a la fuga.
Los pobladores lograron capturar a los criminales, que fueron golpeados brutalmente y posteriormente colgados de un árbol. Horas después localizaron a otros dos, entre ellos y un adolescente, de 16 años, que se encontraban escondidos a la orilla de la carretera.