Ivanka Trump, hija del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en su calidad de asesora de Gobierno, visitó Paraguay, con la intención de fortalecer en mayor medida las alianzas de EEUU con el país latinoamericano.
Fue propicia la visita para brindar su apoyo al presidente Mario Abdo y reconocer su ardua labor en la lucha contra el terrorismo, corrupción y su talante postura en el tema Venezuela. Fue el presidente de Paraguay uno de los primeros en reconocer que el régimen de Nicolás Maduro es una de las dictaduras más acerrimas que ha visto Latinoamérica en los últimos años y lo que lo llevó a romper relaciones diplomática con dicho país.
Debido a esta oportuna visita, los venezolanos consideraron propicia la ocasión para hacer un llamado de atención sobre la situación venezolana.
Según William Spindler, portavoz de ACNUR para América Latina, indica que la situación de los venezolanos actualmente, es considerado como «el mayor éxodo de la historia latinoamericana y una de las mayores crisis de desplazamiento en el mundo» se estima que cuatro millones de venezolanos se han visto obligados a abandonar su país, entre los que se incluyen 597 mil de refugiados, 3,5 millones de solicitantes de asilo político y 1,3 millones de venezolanos desplazados dentro de su propio país, estas son las mayores cifras registradas desde la Segunda Guerra Mundial, según acota Spindler.
“Venezuela agoniza”, según la Fundación Caritas de Venezuela, en estudio realizado durante el año 2016 la desnutrición abarcaba un 54% de la población, indice que hoy día se acrecienta y sume al venezolano en la más cruda desesperación. La creciente inflación ha dejado a muchos incapaces de pagar los alimentos, y la desnutrición está aumentando. Las salidas diarias se elevaron a un estimado de 5.500 personas a finales de 2018, muchos de ellos citando el hambre. La ONU estima que la cantidad de venezolanos que viven fuera de su país podría alcanzar los 5,3 millones para fines de este año. Las agencias de ayuda dicen que necesitan 738 millones de dólares para enfrentar la emergencia humanitaria en 16 países que ahora albergan a un gran número de venezolanos.
Tamara Taraciuk, investigadora principal de Human Rights Watch para las Américas, que ha rastreado el impacto humanitario de la crisis dentro de las fronteras de Venezuela y alrededor de la región, dice que las ONG locales se han visto obligadas a cambiar los fundamentos para las cuales fueron creadas y esto es: el trabajo humanitario.
Mientras el gobierno del dictador Maduro sigue negando esa realidad, el pueblo venezolano está muriendo de desidia, el hambre se apoderó de la mayoría de los hogares venezolanos, niños y ancianos desnutridos, familias enteras que buscan a diaria como llevar la comida al hogar, madres que se preguntan cómo podrán alimentar a sus hijos cuando un sueldo mínimo tiene el mismo valor que un Kg de carne, maestros y padres que han tenido que salir para buscar mejoras económicas, familias fracturadas y un daño emocional inmenso para las nuevas generaciones.
Venezuela agoniza, muere de hambre, de necesidad, el llamado de atención fue lanzado desde hace tiempo, está en nosotros escucharla y tender la mano al pueblo venezolano.
Nota de Prensa
