Las autoridades de Etiopía han terminado de identificar los restos de los 157 personas que murieron a bordo del Boeing 737 MAX 8 de la aerolínea Ethiopian Airlines que se estrelló el pasado 10 de marzo al poco de despegar de Adís Abeba.
Según informó hoy la televisión local Fana Broadcasting Corporate (FBC), afín al Gobierno, la investigación para identificar los restos ha concluido con la publicación de un informe liderado por la Comisión de la Policía Federal de Etiopía.
Un total de 8.185 muestras de ADN de huellas dactilares y de las manos fueron analizadas durante el proceso, precisó el comisario general de la Comisión de la Policía Federal etíope, Endeshaw Tassew, citado por FBC.
Durante las pesquisas, los investigadores examinaron también bolsos, documentos y otros objetos de las víctimas recogidos en el lugar del siniestro.
Las autoridades procederán ahora a notificar las identidades a las familias de los fallecidos y a las embajadas correspondientes.
El accidente del avión con destino a Nairobi ocurrió a unos 42 kilómetros al sudeste de Adís Abeba seis minutos después del despegue.
Los 157 fallecidos pertenecían a 35 nacionalidades, sobre todo de Kenia, Etiopía y Canadá, además de 22 miembros de varias agencias de las Naciones Unidas y dos españoles.
La tragedia provocó que la gran mayoría de los países prohibieran en su espacio aéreo el uso del Boeing 737 MAX 8 debido a las dudas surgidas sobre su seguridad.
Las primeras investigaciones sobre el accidente muestran que la tripulación del aparato siguió todos los procedimientos de seguridad, pero no pudo desactivar el software de control automatizado que hizo descender a la aeronave, según reveló el Gobierno etíope el pasado abril.
El piloto intentó desactivar en varias ocasiones el control automatizado del vuelo, que impulsó al avión a caer en picado pocos minutos después de despegar del aeropuerto internacional de Adís Abeba, de acuerdo con los primeros resultados de la pesquisa.
Un equipo de seis abogados anunció el pasado abril que iban a demandar al fabricante de aviones Boeing y a Ethiopian Airlines en nombre de ocho familias kenianas que perdieron a sus seres queridos en la tragedia del 10 de marzo.
El accidente ocurrió después de que, en octubre de 2018, otro Boeing 737 MAX 8 de la compañía Lion Air se estrellara en Indonesia a los 12 minutos de despegar, según una de las cajas negras por fallos en el sistema automático, causando 189 muertos. EFE