Los talibanes advirtieron este martes que los combates seguirán en Afganistán si Estados Unidos abandona las negociaciones tendientes a un retiro de sus tropas del país, como anunció el presidente Donald Trump.
“Teníamos dos formas de terminar con la ocupación de Afganistán, la de la yihad y los combates, y la del diálogo y las negociaciones. Si Trump quiere parar las negociaciones entonces emprenderemos el primero de estos caminos y pronto lo lamentarán”, afirmó un portavoz, Zabihulá Mujahid.
La víspera, el presidente estadounidense anunció que las negociaciones “están muertas”, tras la anulación de una reunión secreta prevista en Camp David. “Están muertas. Para mí, están muertas”, afirmó.
Unas palabras que contradecían las del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo, quien el domingo no descartó la reanudación de negociaciones con los insurgentes.
Tras romper las negociaciones –que sin embargo parecían a punto de cerrarse con un acuerdo tras 18 años de guerra– Trump dijo que el ejército estadounidense reforzó su ofensiva contra el movimiento rebelde desde el atentado del jueves en Kabul, en el que murió un soldado estadounidense.
“En los últimos cuatro días hemos golpeado más fuerte a nuestros enemigos que en ningún otro momento en estos diez últimos años”, tuiteó Trump respondiendo a la amenaza de los talibanes del domingo de hacer “sufrir” a Estados Unidos.
Sin embargo no está claro si la ruptura de las negociaciones significará aplazar la anunciada retirada progresiva de una parte de los entre 13.000 y 14.000 soldados estadounidenses en Afganistán.
“Me gustaría irme pero nos iremos en el buen momento”, dijo Trump, evasivo, que en su campaña electoral prometió “terminar con las guerras sin fin”.
Trump también criticó duramente a los artículos de prensa que hablan de disensiones dentro de su ejecutivo.
Según los medios estadounidenses, el vicepresidente Mike Pence y el consejero de seguridad nacional John Bolton no querían que los talibanes vinieran a Camp David, la residencia secundaria de los presidentes, escenario de varios acuerdos históricos.
“Fue idea mía”
“!Esta historia es mentira!” dijo Trump. “A los medios deshonestos les gusta creer que reina la confusión en la Casa Blanca pero no es el caso”, aseguró.
“En lo que se refiere a mis consejeros, seguí sus consejos”, aseguró. “Había una reunión prevista, fue idea mía, y también fue idea mía anularla”, aseguró Trump diciendo que Camp David habría sido “un buen lugar”.
La idea de una reunión con los talibanes en Camp David provocó reacciones de algunos republicanos, a pocos días del 18º aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
“Camp David es el lugar donde los líderes de Estados Unidos se reunieron para planificar nuestra respuesta después de que Al Qaida, con apoyo de los talibanes, matara a 3.000 estadounidense el 11 de septiembre. Ningún miembro de los talibanes debería poner los pies allí. Jamás”, escribió en Twitter la congresista republicana Liz Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney.
Trump dio su visto bueno a las negociaciones directas con los talibanes hace un año.
El acuerdo que estaba a punto de alcanzarse preveía empezar a retirar las tropas estadounidense a cambio de garantías de los talibanes para “reducir” su violencia y de que empezaran negociaciones de paz directas con las autoridades de Kabul, lo que hasta ahora siempre han rechazado. AFP