¿Quién no ha probado suerte buscando pareja a través de una aplicación de citas? Aunque esta forma de cortejo digital te da acceso a un catálogo gigantesco de parejas potenciales; también presenta un nuevo grupo de retos y pruebas a superar.
Es muy probable que hayas oído -o experimentado de primera mano- una cita planeada en tu app preferida que se fue a pique por una de las siguientes razones: El tipo era más bajo de lo que decía en su perfil; ella se veía diferente en persona que en sus fotos, o mantener una conversación por mensajes de texto era extremadamente fácil, pero hacerlo durante la cita era algo parecido a sacarse las muelas del juicio: Extremadamente incómodo.
En otras palabras, el perfil de una persona -y los mensajes que se envían antes de que ocurra la primera cita- no son suficiente para capturar la esencia de el otro. Pero no todo está perdido; por suerte un par de especialistas en comunicación de la Universidad de Stanford se dedicaron a poner a prueba la honestidad del mundo de las apps de citas.
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