Estados Unidos acusó al gobierno de Afganistán el jueves de laxismo frente a la corrupción y decidió retener 160 millones de dólares en ayuda para el país, justo antes de las elecciones que se celebran a final de mes.
Las quejas de Washington sobre la corrupción en Afganistán son de larga data, pero esta decisión llega en un momento de fricciones con el presidente afgano Ashraf Ghani sobre las negociaciones entre Estados Unidos y los talibanes.
“Nos oponemos a quienes explotan sus posiciones de poder y de influencia para privar al pueblo afgano de los beneficios de la ayuda extranjera y de un futuro más próspero”, dijo el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado.
Pompeo añadió que Estados Unidos iba a suspender la colaboración con un órgano del gobierno afgano encargado del seguimiento de la corrupción debido a que la entidad se mostró “incapaz de actuar como socio”.
“Esperamos que el gobierno afgano demuestre un compromiso claro para luchar contra la corrupción, de servir al pueblo afgano y mantener la confianza”, dijo Pompeo. “Los líderes afganos que no cumplan con este estándar deberían rendir cuentas”.
Una de las partidas retiradas, de 100 millones de dólares, estaba destinada a un amplio proyecto de energía en el este del país, y agregó que Washington financiará el proyecto en forma directa más que a través de las autoridades afganas.
También dijo que va a retener 60 millones de dólares en ayudas para el sistema de adquisiciones del estado afgano.
Elecciones “libres y justas
Ghani se presenta a la reelección el 28 de septiembre en una campaña que ya se vio empañada por la violencia talibán, con decenas de muertos esta semana, incluso un ataque contra uno de sus mitines.
La última elección, en 2014, terminó en acusaciones de fraude y un estancamiento político entre Ghani y Abdulá Abdulá, quien nuevamente se postula.
Finalmente llegaron a un acuerdo para compartir el poder después de negociar con el entonces secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
Hablando con reporteros en Abu Dabi, Pompeo dijo que Estados Unidos quería “elecciones libres y justas” y que “haremos todo lo posible para apoyarlos”.
Trump desea con ansias retirar todas las tropas de Afganistán para poner fin a la guerra más larga de la historia del país que comenzó después de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Ghani había expresado una gran preocupación por un borrador de acuerdo, bajo el cual Estados Unidos habría retirado miles de tropas a pesar de la negativa de los talibanes a negociar con el gobierno reconocido internacionalmente.
El presidente estadounidense, Donald Trump, que había invitado a Ghani y a los talibanes a Estados Unidos, declaró las negociaciones agotadas después de un ataque de los insurgentes que dejó un soldado estadounidense muerto.
Alice Wells, subsecretaria de Estado para Asia meridional y central, dijo al Congreso en una audiencia el jueves que las negociaciones fueron “suspendidas”. AFP