La desinformación, es decir, la distribución deliberada de información falsa, manipulada o tendenciosa, suele verse como de motivación política principalmente. No obstante, hay un importante porcentaje de desinformación que obedece al intento de obtener lucro económico. Como hemos reportado, las noticias falsas tienen 70% de probabilidad de ser compartidas, frente a las ciertas según estudio del MIT.
Por: Verifikado
De modo que suelen ser más novedosas, espectaculares y atractivas, generando más interés y, por supuesto, clics. Por eso, se usan en muchos websites y espacios en línea para atraer público y monetizar. El informe “Cutting the Funding of Disinformation: The Ad-Tech Solutions“, producido por el Global Desinformation Index (GDI) señala:
El sistema de tecnología publicitaria actualmente suministra oxígeno, y dinero, a dominios que desinforman. Esto está sucediendo inadvertidamente a través de anuncios en línea que se colocan en dominios que desinforman, lo que proporciona a estos dominios fondos y una plataforma para amplificar sus mensajes. Es hora de seguir el dinero de la desinformación. (…) Este enfoque del [GDI] es diferente y se suma al creciente cuerpo de trabajo sobre actores de desinformación.
Un artículo de Jaime Quirós en Yahoo Finance! señala que:
El término ‘fake news’ (‘noticias falsas’) tiene una definición tan amplia que ciertos gobiernos se niegan a usarlo, ya que puede abarcar desde noticias con errores involuntarios a artículos difamatorios redactados con la intención de engañar a los lectores.
(…) Sin embargo, estos sitios probablemente no existirían si no hubiese un incentivo económico. Los sitios de fake news se financian de la misma manera que incontables sitios legítimos: a través de la publicidad. Los anunciantes crean banners (…) y pagan para que aparezcan como anuncios en cualquier sitio.
Esta también es la razón detrás de la transición que se puede observar en el formato de titulares; hoy en día, hasta los medios online más prestigiosos tienden al clickbait (anzuelo de clics) para atraer suficientes visualizaciones en la página e incentivar a los anunciantes a publicitarse. Los sitios de fake news van aún más allá de la prensa amarillista, atrayendo mucha gente que ya tiene sus prejuicios y sesgos.
Desgraciadamente, los anunciantes no pueden tomar el tiempo de revisar y vetar todos y cada uno de los sitios donde aparecerían los anuncios, por lo que, en algunos casos, terminan pagando para involuntariamente publicitarse en las fábricas de fake news. A su vez, los dueños de estos sitios publicitan sus artículos engañosos por las redes sociales con cuentas falsas, generando cámaras de eco donde las noticias se esparcen sin mucha crítica.
Así también las noticias falsas se propagan sin ser confrontadas por la verificación de datos y hechos.
En consecuencia, las fake news no son sólo una tendencia, sino que forman un sector económico, uno que, según el Global Disinformation Index, mueve 212 millones de euros anuales. Teniendo en cuenta que los ingresos publicitarios mensuales pueden superar el sueldo mínimo de varios países, no es sorprendente que existan ‘nidos’ de fake news.
Un caso famoso es Veles, una ciudad en Macedonia del Norte donde al menos siete organizaciones clandestinas contratan a cientos de jóvenes para redactar y publicar fake news en masa. Son organizaciones que, al mismo tiempo, pueden estar recibiendo incentivos adicionales a través de financiación por parte de intereses que buscan crear desequilibrios políticos.
GDI recalca que:
Para combatir los esfuerzos por desinformar, debemos comprender el proceso y las motivaciones. Las motivaciones para desinformar pueden ser políticas, financieras o una combinación de ambas. En GDI, nos enfocamos en eliminar los incentivos financieros. Creemos que al trabajar con el sistema de publicidad en línea para usar las calificaciones de GDI en sus decisiones de gasto publicitario, podemos reducir rápidamente la línea de vida financiera a dominios que se desinforman. Estos dominios a menudo incluyen numerosos sitios de noticias «basura» configurados simplemente para obtener visitas a la página y clics en los anuncios. Cortar sus anuncios aumentará la fricción y creará obstáculos para que los actores de desinformación, incluidos aquellos con motivos políticos, difundan sus mensajes en línea.
Una idea que vale la pena apoyar.
Y como complemento un video que nos explica más: