El presidente estadounidense, Donald Trump, negó rotundamente el lunes haber presionado al líder de Ucrania para investigar a su rival político Joe Biden, tratando de borrar la amenaza de un proceso de destitución, cada vez exigido por más demócratas.
lapatilla.com
Mientras aumenta la presión sobre los líderes demócratas del Congreso para lanzar este procedimiento, el presidente republicano dijo no tomarse “en serio” esta posibilidad.
“No presioné a Ucrania”, dijo Trump al margen de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
El presidente pasó a la ofensiva al atacar al exvicepresidente de Barack Obama y favorito para ganar las primarias del Partido Demócrata: “Joe Biden y su hijo son corruptos”, y agregó que Hunter Biden, quien trabajó en una compaía de gas natural ucraniana, “tomó dinero”.
El mandatario confirmó el domingo que había hablado con su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, este verano sobre el asunto, mencionando a Joe Biden y su hijo Hunter, que trabajaron para un grupo de gas ucraniano desde 2014.
La oposición sospecha que Trump aprovechó su posición de poder para presionar a Zelensky a que investigue a Biden, incluido el uso de la ayuda militar como palanca de presión.
“No dije ‘tienes que hacer eso o no te ayudaré'”, se defendió Trump.
– Abuso de poder –
Trump afirmó también que su conversación con Zelensky había sido “muy honesta” y dijo “esperar” que se pueda publicar la transcripción de la misma.
“Entonces, publique la transcripción de la llamada”, le desafió Biden en Twitter, quien denunció un “gran abuso de poder”.
De todos modos, los demócratas no estarán satisfechos solo con la transcripción. La oposición reclama a la Casa Blanca que entregue al Congreso el informe presentado en agosto por un miembro de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que hizo saltar la alarma sobre este caso.
Después de dos años de investigación sobre la injerencia rusa en la campaña presidencial de 2016 y una multitud de indagaciones parlamentarias contra Trump, este asunto ucraniano parece haber decantado la balanza hacia la apertura de un procedimiento de juicio político.
La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, se encargaría de abrir este procedimiento de acusación, conocido como “impeachment”. Luego, el Senado, controlado por republicanos leales a Trump, sería responsable del juicio político.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, hasta ahora reacia a este proceso tan impopular, cambió su posición en una carta el domingo.
Pelosi amenazó a Trump con pasar a una “nueva etapa en la investigación parlamentaria” si evita que el denunciante testifique.
Otros demócratas influyentes en el Congreso, también reacios hasta ahora con iniciar un impeachment, parecen seguir el mismo camino que Pelosi.
– “El Congreso debe actuar” –
La presidenta de la Cámara baja dijo “esperar” que el director interino de Inteligencia Nacional (DNI), Joseph Maguire, entregue los detalles de la denuncia durante una audiencia pública prevista para el jueves.
Partidario durante meses del juicio político, el ala progresista del Partido Demócrata pidió a sus propios líderes que actuaran.
“El Congreso debe actuar”, dijo el demócrata Al Green, entre unas pocas decenas de manifestantes favorables a la destitución reunidos el lunes en Washington. “O forzamos a este presidente a ser responsable, o seremos responsables”.
Entre los candidatos demócratas a la Casa Blanca, la estrella en ascenso Elizabeth Warren volvió a pedir este fin de semana el “impeachment”.
Aunque la mayoría republicana del Senado anunció el lunes que trataban de organizar una reunión a puerta cerrada con los responsables de inteligencia, el apoyo a Trump se mantiene sólido.
“No”, dijo a la AFP el senador republicano Marco Rubio al ser consultado si veía bien que un presidente hable de Biden con un dirigente extranjero. Pero añadió ello no justificaba un “impeachment” contra Trump.
Los demócratas “esperan tener cualquier cosa, pero realmente yo no lo veo”, afirmó por su lado el senador republicano John Barrasso.
Con información de AFP