La Guardia Civil española detuvo este miércoles (3 de octubre) en Pedrola, cerca de Zaragoza, España, a una mujer de nacionalidad venezolana y a un hombre marroquí como presuntos autores del asesinato del informático vasco José Antonio Delgado Fresnedo, desaparecido el 6 de septiembre y hallado muerto el pasado fin de semana en un campo de cultivo de esta misma localidad de la Ribera Alta del Ebro.
Los especialistas del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil estuvieron cinco horas examinando el galpón donde vivían los asesinos y encontraron varios rastros de sangre del fallecido.
Los homicidas no utilizaron armas, sino que acabaron con la vida de José Antonio Delgado propinándole una brutal paliza. No se descarta que, como consecuencia de los numerosos golpes recibidos, el hombre entrara en coma y sus asesinos lo enterraron vivo.
La Guardia Civil llevaba varios meses tras la pista de una banda en la cual la mujer se citaba con hombres a través de la popular página Badoo. Además del asesinato de Delgado, la pareja detenida realizó por lo menos otros dos hechos similares (que no acabaron en homicidio), uno el pasado 1 de julio y el otro, el 5 de septiembre, solo un día antes del crimen del informático.
La pareja, luego de asesinar a Delgado, se quedó con su vehículo Mercedes Benz de color rojo, con el que el hombre se desplazó a Zaragoza, matriculado en el año 2018 y valorado en 55.000 dólares. Además le sustrajeron al fallecido 2.000 dólares que llevaba en efectivo para gastar en la “cita” de sus sueños.
Los autores del crimen pusieron a la venta el Mercedes a través de internet, y el comprador que fue a verlo desconfió de la pareja ya que lo vendían a menos de la mitad del precio y sin los papeles del coche, por lo que procedió a denunciarlos a la Policía.
De las dos citas anteriores de la mujer que terminaron en robo, existen denuncias. En el primer caso, la pareja se quedó con un Renault Clío de un hombre de nacionalidad rumana. A la segunda víctima, un empresario español, lo golpearon con una llave inglesa y la mujer lo persiguió con una pistola, pero el hombre logró escapar. Esa misma pistola fue encontrada ahora por la Policía en el galpón que alquilaban los asesinos.