Quito amaneció este domingo con un servicio irregular de transporte público y un control de precios en los mercados para evitar la especulación, en medio de las protestas por la eliminación del subsidio a los combustibles, a raíz de un acuerdo con el FMI, y a la espera de una multitudinaria manifestación indígena.
En un recorrido por el norte y el centro de la capital, Efe comprobó a primera hora la circulación de muy pocos autobuses de servicio público y una constante presencia de los municipales.
A diferencia del sábado, en la zona conocida como “La Marín”, de masiva afluencia de transporte público al ser una zona de conexión de rutas, hoy sí había autobuses, aunque muy escasos.
El aumento de unidades fue evidente también en la terminal de transporte hacia los dos valles cercanos a Quito, aunque la cantidad no correspondía con el flujo normal.
Tras constatar que las vías estaban habilitadas para el paso del transporte público y verificar que “un gran número de operadoras” no prestaron el servicio, el Municipio anunció que mañana iniciarán los “procesos administrativos sancionadores para la suspensión o revocatoria de los contratos de operación”.
Asimismo, dispuso que la Agencia Metropolitana de Tránsito inicie los procesos a las operadoras de transporte comercial, entre ellos taxis y autobuses escolares e institucionales, que no hayan cumplido con sus obligaciones.
Al igual que el sábado, hoy fluía el servicio de taxis, que trabajaban a la espera de un anuncio oficial sobre nuevas tarifas para compensar la subida de los precios de los combustibles.
Frente a una estación de servicio en la que se vendía el galón de gasolina “extra” (la más consumida) a 2,39 dólares, el taxista Wilson Manzano comentaba a Efe que desde el pasado jueves necesita diez dólares más para cargar su vehículo.
Y es que el galón de esa gasolina costaba hasta el miércoles 1,85 dólares y se incrementó por la eliminación del subsidio, al igual que el diesel premium que pasó de 1,03 a 2,27 dólares.
Padre de tres hijos, de entre 8 y 14 años, Manzano junta para subsistir sus ingresos con los de su esposa que vende verduras, por lo que está preocupado por la merma que le representa el nuevo coste de los carburantes.
El sábado, el Gobierno informó de que los municipios podrán autorizar el incremento de las tarifas de transporte urbano entre 5 y 10 centavos de dólar, una medida que no se aplicará a estudiantes ni a otros sectores preferenciales.
De 32 años, Manzano espera angustiado la nueva tarifa para taxis y luce mientras tanto en su unidad un cartel que marca los precios que rigen desde hace varios años: 1,45 dólares la arrancada en jornada diurna y 1,75 en la nocturna.
Confesó que trabaja con “temor” por las manifestaciones que lidera la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que pretende que su declarada “movilización indefinida” termine con una multitudinaria concentración en Quito.
Al igual que lo han hecho en las últimas horas en varias carreteras, los indígenas pretenden protestar en Quito por la eliminación de los subsidios, pero también contra la minería y daños ambientales en sus territorios, entre otros asuntos.
Manzano guardará su taxi si llegan los indígenas a Quito “pues están mandando unos audios (por redes sociales) que (señalan) si ven una unidad de taxis, un transporte, les van a acabar”, dijo.
Y mientras Manzano trabajaba con preocupación, tiendas de víveres, panaderías, almacenes y locales de comida abrían normalmente sus puertas este domingo.
Con las vías despejadas, las actividades se desarrollaban con relativa normalidad a primeras horas del domingo en Quito, en uno de cuyos parques más concurridos, “La Carolina”, los deportistas trotaban, jugaban y hacían bicicleta sin contratiempos.
De su lado, las autoridades desplegaron desde la madrugada controles en mercados y centros de distribución de alimentos para combatir la especulación.
Vendedores en el sector se quejaron del aumento en los costes de los fletes pues los camiones debieron buscar vías alternas, con el consecuente mayor uso de combustible, debido al corte de carreteras por las manifestaciones.
En los operativos, la Intendencia de Policía de la provincia de Pichincha detuvo a dos personas en el “Mercado Mayorista” por no respetar los precios referenciales autorizados.
Y mientras los indígenas mantienen sus protestas y denuncian represión de las fuerzas del orden amparadas en un estado de excepción, estudiantes de colegios y escuelas se preparan para retomar mañana sus actividades, suspendidas desde el jueves.
EFE.