Este lunes, el Presidente de Ecuador, Lenin Moreno, denunció que Nicolás Maduro está detrás del intento de golpe en contra de su gobierno, el cual está actualmente en pleno desarrollo. Pero no es la primera vez que acusan a Maduro de fomentar golpes en otras naciones.
En julio del año 2009, el entonces Presidente de Honduras, Roberto Micheletti, acusó a Nicolás Maduro de pretender dar un golpe de Estado, apoyando la desestabilización orquestada por expresidente Manuel Zelaya. En aquella oportunidad, circularon fotos de Zelaya siendo conducido por Maduro en un vehículo rústico.
En julio de 2012, la Ministra de Defensa de Paraguay, María Liz García, dio a conocer un video en el que se muestra a Nicolás Maduro llegando y luego saliendo de una reunión con altos oficiales. En dicha reunión, Maduro le exigió a los militares que dieran un golpe de Estado para reponer en el poder al expresidente Fernando Lugo, quien había sido destituido por medio de un juicio político.
En septiembre pasado, el Presidente de Colombia, Iván Duque, acusó en la Organización de Naciones Unidas a Nicolás Maduro de orquestar un plan subversivo en contra de su gobierno, apoyando a las FARC y al ELN, para que estas organizaciones narco-guerrilleras cometan actos de terrorismo, planificados y financiados desde territorio Venezolano.
Como consecuencias de las denuncias de Duque, los cancilleres de la OEA se reunieron en Nueva York, y aprobaron con 16 votos favorables la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, en contra del régimen venezolano. Sin embargo, no ha pasado ni siquiera un mes, y Maduro vuelve a las andadas, propiciando un golpe en Ecuador.
Es evidente que las medidas diplomáticas tomadas hasta ahora no han surtido efecto, porque Maduro ha intentado derrocar al menos tres gobiernos y ahora lo intenta por cuarta vez. También es evidente que Maduro no modificará su conducta, a menos que se tomen acciones más firmes.
Este martes, la Gran Alianza Nacional, GANA, encabezada por Enrique Aristeguieta Gramcko, propuso activar el artículo 3, numeral 1, del TIAR, el cual establece: “Las Altas Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas”.
Es una iniciativa que debe estudiarse cuanto antes, porque si no se toman medidas pronto, entonces Maduro –con el apoyo del narcotráfico, Cuba y el Foro de Sao Paulo– seguirá desestabilizando el continente americano.