Por qué jamás debes tomar decisiones importantes con el estómago vacío, según la ciencia 

Por qué jamás debes tomar decisiones importantes con el estómago vacío, según la ciencia 

hambre
Foto Archivo

 

Tener hambre o sentirnos saciados puede influir en nuestras decisiones. Estos investigadores evaluaron cómo reaccionaban las personas cuando estaban hambrientas o se sentían saciadas a la hora de tomar decisiones sobre aspectos tan dispares como la comida, el dinero o la música.

Por Rincón de la Psicología





Descubrieron que cuando las personas tenían hambre eran más propensas a precipitarse en sus decisiones, eligiendo recompensas más pequeñas pero inmediatas en vez de esperar para obtener recompensas más grandes. Comprobaron que cuando a una persona saciada se le ofrece la posibilidad de elegir entre una recompensa pequeña ahora o el doble de esa recompensa en el futuro, está dispuesta a esperar hasta 35 días. Sin embargo, si esa persona tiene hambre, su paciencia se acorta considerablemente y solo está dispuesta a esperar 3 días.

Eso significa que cuando tenemos hambre tenemos dificultades para retrasar la gratificación de nuestros deseos y necesidades a favor de un futuro más prometedor, lo cual nos conduciría a tomar decisiones poco convenientes que puedan afectar nuestras metas a largo plazo.

Esa tendencia a tomar decisiones precipitadas no se limitaba únicamente a la comida, sino que se extiende a todo tipo de decisiones, desde aquellas económicas hasta las interpersonales.