El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, calificó este viernes de “grave error histórico” el bloqueo del inicio de las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania, a las que se opuso especialmente Francia.
“Es un grave error histórico y espero que haya sido momentáneo para que no se inscriba en la memoria colectiva por haber sido un error histórico”, sentenció Juncker en rueda de prensa al término de dos días de cumbre.
Los países europeos aplazaron en junio de 2018 por doce meses su decisión sobre si abrir negociaciones con Tirana y Skopie. El pasado mes de junio, la pospusieron de nuevo para este octubre, que tampoco arrojó una decisión clara.
El jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, que también lo consideró un “error”, dijo comprender la frustración de ambos países, a los que a su juicio no hay que culpar, y expresó su confianza en que un día serán “miembros” de la Unión Europea.
Los europeos habían pedido a Tirana esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción. Skopie por su parte logró llegar a un acuerdo con Atenas para cambiar el nombre de su país a República de Macedonia del Norte.
La Comisión Europea recomendó en junio el inicio de las negociaciones y Jean-Claude Juncker y otros líderes de las instituciones comunitarias aumentaron la presión días atrás para avanzar en el proceso que requiere la unanimidad.
“Europa debe ser predecible”, urgió la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, asegurando que tratarán de “minimizar los efectos” del bloqueo en estos países de cara a volver sobre la cuestión antes de una cumbre en Zagreb en mayo de 2020.
Las largas e intensas discusiones sobre la ampliación no lograron levantar el bloqueo de París a negociar con Skopie. Además de Francia, Dinamarca y Países Bajos vetaron el inicio de discusiones con Tirana.
Los detractores a la apertura de las negociaciones recuerdan los problemas encontrados tras la adhesión de Rumanía y Bulgaria en 2007, mientras que los partidarios abogan por no dejar los Balcanes occidentales a la influencia china y rusa.
El último país de los Balcanes occidentales en convertirse en miembro del bloque fue Croacia en 2013, nueve años después de Eslovenia. Serbia y Montenegro negocian con la UE desde 2014 y 2012, respectivamente.
AFP.