La bancada demócrata en la Cámara de Representantes de EEUU reveló el miércoles planes para abrir la investigación de juicio político contra Donald Trump, permitiendo audiencias públicas a las que el presidente de Estados Unidos puede unirse mientras ellos elaboran un caso para destituirlo de su cargo.
Después de cinco semanas de tomar testimonios a puertas cerradas sobre las acusaciones de que Trump presionó indebidamente a Ucrania para que le ayudara a sus propias perspectivas políticas en las elecciones de 2020, los demócratas propusieron la normativa para las próximas etapas del proceso, dando a los republicanos el derecho de llamar a testigos y citar registros.
La Casa Blanca rechazó el plan, al que calificó de “farsa ilegítima desde el comienzo, desde el momento en que no contó con un voto de autorización de la Cámara” baja, según un comunicado de la portavoz presidencial, Stephanie Grisham.
El Comité de Inteligencia de la Cámara comandará el proceso de reafirmar la evidencia de testimonios y documentos, aunque ambas partes igualmente serán capaces de interrogar a los testigos en un entorno público.
La tercera etapa será de presentación de las pruebas contra Trump enviadas al Comité Judicial para que se redacten los artículos del juicio político, para luego ser votados por toda la Cámara.
Las normas le dan a Trump y a sus abogados su primera oportunidad de tomar un papel directo y argumentar su caso ante el Poder Judicial, pidiendo la comparecencia de más testigos o de pruebas y también poder interrogar a los testigos, señaló el Comité de Reglas de la Cámara.
Sin embargo, agregó, si la Casa Blanca rechaza, como lo ha hecho hasta ahora, citaciones para presentar testimonios y documentos de la investigación, se le podría negar parte del papel prometido en las audiencias.
Las nuevas reglas están programadas para ser votadas el jueves por la Cámara baja, de mayoría demócrata, lo cual aumentaría la amenaza de un proceso de destitución contra Trump.
AFP