El Gobierno de Costa Rica anunció este viernes la primera planta para la fabricación de bloques plásticos de construcción, valorada en 1,3 millones de dólares y para la cual se desarrollará una alianza público-privada.
El proyecto fue anunciado por el estatal Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Alcaldía de Mora, provincia de San José, que pondrá a disposición un terreno de 2,5 hectáreas para que se construya la planta.
En la planta se utilizarán desechos plásticos para fabricar bloques para la construcción, con el fin de impulsar sistemas constructivos ecológicos.
“Con este proyecto damos un salto a nivel de la región en materia ambiental, donde Costa Rica lidera procesos innovadores. Surge como una respuesta integral a un tema complejo, como es disminuir el plástico de desecho que termina en ríos y playas”, afirmó el presidente ejecutivo del Inder, Harys Regidor.
Las autoridades informaron que la fábrica requiere de una inversión de 1,3 millones de dólares que se efectuará mediante una alianza público-privada en la que se trabajará en los próximos meses.
Los datos del Ministerio de Salud revelan que por día Costa Rica produce aproximadamente 564 toneladas de plástico, de las cuales solo 14 de ellas se reciclan, el resto va a dar a los vertederos o a las alcantarillas, ríos y mares.
Este proyecto forma parte de las políticas ambientales de Costa Rica, país que pretende descarbonizar su economía para el año 2050.
Además, la iniciativa fue anunciada un día después de que el Congreso aprobara una ley que prohíbe las pajillas plásticas y las bolsas plásticas que se entregan en los supermercados para cargar las compras.
La ley también prohíbe a las instituciones del Estado adquirir productos de plástico de un solo uso como platos, cubiertos, vasos, pajillas y removedores, entre otros.
Antes de esta ley, numerosos comercios, por iniciativa propia, dejaron de ofrecer pajillas plásticas y bolsas.
Otro punto de esta legislación señala que se declaran de interés público programas de economía circular, reciclaje y de educación sobre plásticos de un solo uso, así como las iniciativas de reconversión productiva que pretenda sustituir los plásticos.
A las entidades financieras estatales la ley ordena crear programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas para su reconversión productiva y para desarrollar proyectos de reciclaje o eliminación del plástico.
En julio pasado, el Congreso también aprobó otra ley que prohíbe la importación, comercialización y entrega de recipientes hechos de poliestireno expandido, conocido en el país como estereofón, que no se degrada naturalmente.
Hay excepciones de la prohibición para los casos en los que por cuestiones de conservación o protección de los productos no sea viable la utilización de materiales alternativos, como por ejemplo los embalajes de electrodomésticos y algunos usos industriales.
EFE