En un caso más extraño que la ficción, una mujer de 34 años de la aldea de Zenda, bajo el jefe Makumbe en Buhera, afirma que fue arrastrada por un torbellino paranormal a una cueva profunda mientras se bañaba en el río Sebakwe solo para un autodenominado profeta conocido como Madzibaba Edborn fuera a su rescate.
Por Zwnews
Claris Chuma narró su terrible experiencia en compañía de sus cuatro familiares; su madre, tía y dos hermanos.Se echó a llorar cuando describió cómo pasó dos semanas bajo el agua con un ser extraño que describió como sirenas, unas mujeres hermosas de pelo largo con cuerpos mitad humanos y mitad peces.
Chuma dijo que fue arrastrada por un fuerte torbellino en compañía de su hermana mientras se bañaban en el río.
“Yo y mi hermana Melody habíamos visitado a nuestro tío y decidimos bañarnos en el río. Melody vio un pez y decidimos intentar atraparlo. Pero un torbellino inesperado me llevó lejos hasta una cueva profunda debajo del agua donde encontré a tres damas que tenían cuerpos mitad humanos y mitad peces”, relató.
“Sobreviví durante las dos semanas comiendo pescado crudo.Las mujeres amenazaron con matarme cuando me negué a comerlos, así que no tuve más opción que escuchar sus órdenes”, dijo Chuma.
“Visitamos a muchos profetas, pero ninguno tenía buenas noticias para nosotros. Todos decian que ya estaba muerta y otro exigió dos bestias para que él pudiera ayudar a traer a mi hermana de regreso. Entonces tuvimos suerte y nos encontramos con Madzibaba Edborn quien al escuchar nuestro problema, dijo que nos ayudaría”, según Melody.
Madzibaba Edborn en compañía de la familia y algunos miembros de la iglesia fueron al lugar donde se realizó un mini servicio. Luego, Claris apareció flotando sobre el agua y el profeta instruyó a los miembros de la familia a escupir sobre su cuerpo para que pudiera recuperar la conciencia.
“Las sirenas me dijeron que tenía que regresar a casa ya que algunas personas me estaban buscando. Me entregaron una canasta y una flecha con muchas medicinas y me dieron instrucciones de sanar a las personas y regresar con regalos de dinero en la cueva como acción de gracias. El profeta quemó la canasta hasta las cenizas y no sé cómo agradecerle por salvarme”, comentó Claris.