¿Y si Donald Trump hubiera tenido a Mary Poppins como niñera?

¿Y si Donald Trump hubiera tenido a Mary Poppins como niñera?

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, asiste a la cumbre del G20 en Osaka, Japón, el 28 de junio de 2019. Sputnik / Mikhail Klimentyev / Kremlin a través de EDITORES DE ATENCIÓN DE REUTERS: ESTA IMAGEN FUE PROPORCIONADA POR TERCEROS.

 

¿Qué hubiera sido del presidente estadounidense Donald Trump si hubiera tenido a Mary Poppins como niñera? “¡Lo habría metido en cintura rápidamente!” exclamó Julie Andrews, durante la presentación el viernes de sus memorias en Londres.

“Ojalá hubiera tenido la oportunidad de intentarlo…”, agregó la actriz británica de 84 años, que encarnó a la institutriz dotada de poderes mágicos en el musical de Walt Disney de 1964.





Detrás de esta película que la hizo famosa durante generaciones hay una larga carrera. “Trabajé profesionalmente durante 75 años”, afirmó la esbelta actriz de cabello corto, tan vivaz como siempre.

Es la intérprete de otra película icónica por la que no pasan los años: “The Sound of Music” (“Sonrisas y Lágrimas” o “La novicia rebelde”). Un musical en el que Andrews, a punto de convertirse en monja, canta por las colinas austríacas y seduce a un noble viudo (Christopher Plummer), para el que trabaja cuidando a su prole.

Cada vez que se mencionaron estas películas, el público congregado en el Royal Festival Hall gritó de alegría y aplaudió. Todos, jóvenes y mayores. Una mujer iba vestida de Mary Poppins.

– “Talentosa desde niña” –

Ella contestó a las preguntas del actor británico Alex Jennings (“The Crown”). Julie Andrews, que hace años recibió el título de Dama del Imperio Británico de manos de la reina Isabel II, contó algunas anécdotas, pero sin alejarse en ningún momento de su papel de chica buena.

Sus padres, quienes trabajaban en el mundo del espectáculo, descubrieron pronto su talento para el canto y su padrastro le dio clases cuando tenía 7 años. “Lo odiaba”, recuerda ella. “Podía cantar notas tan altas que hacían aullar a los perros”.

Pronto se subió al escenario y se dedicó al espectáculo de variedades hasta cumplir los 18 años, cuando se fue a Broadway. Y allí, una noche, mientras tocaba en “Camelot”, entró en su camerino Walt Disney y le propuso actuar en una película, algo que ella nunca había hecho hasta entonces.

Fue uno de los momentos más increíbles de su carrera, reconoció. El éxito fue inmenso. Ganó un Oscar. Y eso que la autora del libro “Mary Poppins”, Pamela Travers, había dicho de ella: “Eres demasiado guapa para ello, pero tienes la nariz que hace falta”.

En Hollywood se casó con el director Blake Edwards, trece años mayor que ella, con el que pasó 45 años de su vida. La dirigió en varias películas, incluido el musical ¿Víctor o Victoria?, donde encarna a una cantante desempleada a la que le ofrecen en un cabaret el papel de un hombre que interpreta a una mujer, en el París de los años 30.

El prestigio de “Blacky” la protegió frente a posibles acosos, dijo en varias entrevistas a los medios de comunicación después del lanzamiento del movimiento #Metoo.

“Homework, Memoir of my Hollywood years” (“Deberes – Memorias de mis años de Hollywood”) es el segundo tomo de las memorias de la actriz.

AFP