La venezolana Hedangelin Candy Arrieta, de 34 años, utilizaba el apodo de ‘Dulce Ángel’ en la red social Badoo. Era el cebo para captar clientes en esta conocida página de encuentros sexuales. Siempre utilizaba la misma operativa. Ella se encargaba de seducir a los hombres ávidos de mantener relaciones con quienes hablaba y luego cautivaba. Un modus operandi muy concreto, con el que además habían ejecutado otros robos con violencia con anterioridad al mortal de la provincia de Zaragoza, en España.
Por: El Cierre Digital
Los investigadores señalan que la joven venezolana se publicitaba en este conocido portal de citas, mostrando la intención de conocer hombres para mantener relaciones íntimas. “Ella tomaba la iniciativa, elegía a una víctima en Badoo sin buscar un perfil concreto, solo buscaba que el hombre aparentara tener un alto poder adquisitivo. En realidad no quería un ligue ni un novio, sino una presa fácil. Siempre era ella quien contactaba con las víctimas y no al revés”, según contaba el miércoles pasado El Periódico de Cataluña.
Lo primero era localizar a un hombre con deseos carnales de conocerla, le proponía tener una cita en lugares poco concurridos en localidades cercanas al municipio zaragozano de Pedrola, donde las víctimas, a su llegada, eran violentamente asaltadas y retenidas ilegalmente. Lo hacía junto a su novio, el marroquí Mohamed Achraf Elbouti, de 35 años, golpeaba, secuestraba y robaba a hombres de mediana edad que quedaban con ella.
El objetivo de los autores era la sustracción de las pertenencias y vehículos de las víctimas, así como el ejercicio de violencia sobre ellas para obtener las claves de sus tarjetas de crédito y así extraer efectivo de sus cuentas bancarias. Una vez logrado, abandonaban a sus víctimas, aún maniatadas y encapuchadas, en parajes rurales de la zona.
Hasta el momento se les imputan tres hechos con el modus operandi descrito, siendo el último de ellos el que finalizó con la muerte de José Antonio Delgado, un informático de 54 años de Getxo (Vizcaya), que fue enterrado vivo por error en Zaragoza y que derivó en la detención de los asesinos.
Chavista y “solicitante de asilo”
Hedangelin Candy Arrieta, ‘Dulce Ángel’ llegó a España hace un año y pidió refugio por cuestiones políticas, luego se trasladó hasta la Comunidad Valenciana donde conoció a Mohamed Achraf Elbouti,. Finalmente se trasladaron hasta Pedrola, el pueblo zaragozano en el que residía la familia del marroquí.
Una vez en la localidad aragonesa, instalaron su base de operaciones para robar hombres a través de esta red social. En otras redes sociales, la mujer cambiaba de nombre regularmente para intentar “pasar desapercibida”.
La UCO continúa las investigaciones sobre porque y cómo llegó la mujer a España. Originaria de Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela. Los investigadores no descartan que haya llegado al país a través de una red de prostitución o con la intención directa de cometer este tipo de crímenes.
Fuentes judiciales han explicado la capacidad de adaptación de la mujer, que se emparejó con un hombre con antecedentes penales por violencia machista. En 2015, Hedangelin Candy Arrieta se definía como “chavista de corazón”, en su cuenta de twitter, donde se encuentran tweets dirigidos al extinto Hugo Chávez diciendo: “Hola, mi presidente. Por favor, necesito una vivienda, tengo cuatro hijos. Respóndeme, soy chavista de corazón”.
Enterrado vivo
Las labores de investigación y análisis de registros técnicos, permitieron focalizar el dispositivo de búsqueda de José Antonio Delgado sobre una amplia zona desértica al Suroeste de la localidad de Pedrola, logrando localizar el cadáver el 27 de septiembre pasado, enterrado a unos ocho kilómetros del municipio.
Fue el pasado día 2 de octubre cuando se produjo la detención de estas dos personas, practicándose tres registros domiciliarios y las correspondientes Inspecciones Técnico Oculares en los municipios zaragozanos de Pedrola y Luceni, en los que se localizaron pertenencias personales del asesinado y de otras dos víctimas, vehículos, armas, evidencias biológicas, dispositivos electrónicos, documentación y otros abundantes indicios de su participación en los graves hechos investigados.