Venezuela ha llegado al punto cero. Y ¿qué significa esto? Ya no podemos tolerar que pase más tiempo, ya no podemos permitir que las oportunidades de liberación se nos escurran entre los dedos, es hora de tomar acciones concretas y firmes.
Creo que estamos en el punto de decir que no habrá diálogos posibles, no existirán acuerdos viables, ni elecciones ficticias mientras sigan existiendo la espada de Damocles de la usurpación sobre las cabezas de los ciudadanos.
Estamos en el punto de: ¡Cero diálogo! ¿Cómo dialogar con aquellos que persiguen a la oposición? ¿Cómo dialogar con aquellos que han cortado la vida de tantos jóvenes en las calles de Venezuela? ¿Cómo dialogar con aquellos que han secuestrado las instituciones del Estado? ¿Cómo sentarse en una mesa con aquellos que han ordenado el arresto de personas inocentes, autorizado las torturas y obligado a tantos a irse al exilio?
No existe fórmula alguna ni aritmética política que no dé cero a la posibilidad de entendimiento con un régimen que fomenta la destrucción del país mientras niega la crisis humanitaria en Venezuela.
Estamos en el punto de: ¡Cero negociaciones! Nadie que se llame demócrata puede negociar con rufianes que han prostituido la política venezolana, que han pisoteado la constitucionalidad y que han vejado a la sociedad nacional.
El punto cero también abarca la negación a acudir a unos comicios parlamentarios en medio de la usurpación; indica que no podemos pensar que los usurpadores son demócratas cuando de hecho ellos acabaron con la democracia y la libertad en el país.
Ir a unos comicios con la usurpación aún aferrada al Palacio de Miraflores y a otros órganos del Estado, es legitimar a un régimen que per sé es ilegítimo y es colocarle una bombona de oxígeno a un régimen que desfallece ante los ojos del mundo.
Llegamos al punto cero; no existe otra vía que la propuesta por María Corina Machado y esta no es otra que la Ruta del Coraje, la cual se acopla a la perfección con las líneas estratégicas planteadas en el Estatuto de la Transición aprobado por la AN y que se comprometió cumplir el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó, en el momento de asumir la responsabilidad de guiar la transición, es decir a la estrategia de Cese de la Usurpación, Gobierno de Transición y Elecciones Libres.
Quienes dialoguen con la usurpación, quienes negocien con ellos, quienes acepten acuerdos electoreros o politiqueros no son demócratas sino que se convierten en esquiroles del régimen, en peones sin alma en el tablero de la política de la usurpación.
Frente a todo esto, es claro que los venezolanos no podemos seguir inertes; el punto cero también indica que se terminó el tiempo de esperar, de quedarnos con los brazos cruzados, de dejarle toda la responsabilidad de la liberación nacional a los dirigentes políticos; el punto cero nos llama a la acción a todos y cada uno de los venezolanos que amamos a Venezuela y la queremos libre.