El equilibrio informativo y la ecuanimidad que cada día buscamos los periodistas no nos hace indiferentes y mucho menos invulnerables al descalabro social que padece el país.
Ver, registrar y narrar el padecimiento de los venezolanos nos acerca más a la crisis que, como ciudadanos, igualmente padecemos.
Tanto Hugo Chávez con su autoritarismo como Nicolás Maduro con su dictadura, entendieron tempranamente que el periodismo independiente amenaza sus proyectos hegemónicos porque desnuda el verdadero sentido de lo que son: sistemas que hunden las libertades individuales y asfixian cualquier asomo de disidencia.
La responsabilidad social de los trabajadores de la prensa no nos permite que optemos por la indiferencia ante el desastre. Por eso, protestar y manifestarnos es hoy un acto de coherencia, consecuente con los principios que desde el oficio profesamos y defendemos.
El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa (SNTP) participa, defiende y respalda la convocatoria para este sábado 16 de noviembre, no en el nombre de una ideología, de un gobernante o de un partido. Lo hace seguro de que la manifestación ciudadana es deber y es derecho. Y es, por supuesto, apoyo al valor de la libertad de pensamiento y de expresión.
Este 16 de noviembre, los periodistas de Venezuela iremos a la calle por nuestra convicción de que solo con la movilización ciudadana tendremos de nuevo una República libre. Y claro está, vamos a la calle porque, ante todo, defendemos una idea: que todos somos venezolanos.
NP.