Apertrechados contra las bajas temperaturas, resguardados por decenas de policías y ante una gran rata inflable -símbolo de la explotación por parte de las empresas contratistas-, un nutrido grupo de trabajadores de la construcción exigió este martes la devolución de sus salarios robados, frente a la sede de la New Line Structures, en plena Fashion Avenue, o séptima avenida y calle 37, en Manhattan.
Por El Diario
De acuerdo con los denunciantes que fueron apoyados en la manifestación por otros obreros sindicalizados, la firma New Line Structures subcontrató con otras empresas que no les pagaron a los trabajadores los salarios que se les deben por los trabajos que cumplieron. El monto adeudado asciende a más de $70,000. Los trabajadores anticiparon que no se les puede negar el derecho fundamental que merecen como pago por los servicios prestados.
“Día trabajado, día pagado”, “Queremos justicia, queremos justicia”, entre otras consignas gritaban los trabajadores, en la mayoría hispanos.
“Queremos el fin de estas prácticas irresponsables. El robo de salarios debe terminar en la ciudad de Nueva York”, clamó Juan Carlos Romero, uno de los trabajadores estafados.
“Trabajamos honestamente para sostener a nuestras familias. Queremos recuperar la paga de nuestro esfuerzos”, dijo Ruperto Lucero, otro obrero.
“New Line tiene un oscuro historial de trabajar con subcontratistas con registros documentados de robo de salarios, violaciones de seguridad e incluso muertes de trabajadores”, expresó John Hutchings, director ejecutivo del Fondo de la Organización de Trabajadores del Estado de Nueva York (NYSLOF).
Hutchings comentó que, como empresa prominente, New Line debería ser un ejemplo positivo de cómo tratar a los trabajadores.
“Desafortunadamente, continuamente hacen lo contrario. La NYSLOF apoya a estos trabajadores y exigen que New Line rinda cuentas”, agregó el activista.
La NYSLOF representa a más de 40,000 trabajadores de la industria de la construcción y otros campos laborales en todo el estado, organizados en más de 24 sindicatos locales y a través de los 5 condados de la ciudad.
“Esta situación nos afecta de manera psicológica y económica. Parece que el gobierno protege a los contratistas más que a los trabajadores, especialmente cuando se trata de hispanos. La compañía New Line ayuda a los subcontratistas a seguir robando nuestros salarios, por lo tanto, también son responsables”, expuso un trabajador afectado y miembro de New Immigrant Community Empowerment (NICE) que quiso permanecer en el anonimato por temor a represalias.
Nice es una organización comunitaria basada en Jackson Heights, Queens, que apoya la superación individual y colectiva de los trabajadores inmigrantes y en general a los trabajadores independientemente de su estatus migratorio.
Los obreros que realizaron trabajos en el sitio Hallets Point en Astoria para la empresa New Line, estuvieron en la manifestación para denunciar el robo de sus salarios.
“No nos vamos a dejar explotar y mucho menos a ser silenciados”, expresaron en medio de otros gritos de reclamo por justicia.
“Presentando esta demanda colectivamente, estamos causando un precedente que puede ayudar a muchos más compañeros”, indicó Juan Carlos Díaz, uno de los trabajadores afectados.
Los concejales Carlos Menchaca y Francisco Moya sumaron sus voces en apoyo a los jornaleros.
“Los hombres que se fajan construyendo la ciudad deben ser compensados con dignidad y no deben ser presa de contratistas corruptos”, dijo Menchaca, mientras que Moya subrayó que estaban allí “en contra de la explotación de trabajadores y para ratificar que el robot de salarios no pasará más en NYC”.
“Esto es más que salarios robados. Se trata de la dignidad robada. ¡Es hora de pagar!”, agregó Moya.