En Venezuela, médicos y familiares de pacientes claman al estado para que atienda las carencias del principal hospital infantil del país, pues temen que sigan muriendo niños por falta de insumos. Para levantar su voz, hicieron una protesta para inmortalizar a los pequeños que han fallecido en el centro de salud.
Por Adriana Núñez Rabascall / voanoticias.com
A los pies de un mural en la entrada principal del Niños J. M. de los Ríos, en Caracas, se pueden leer los nombres de 31 niños que han fallecido durante 2019 por falta de tratamiento o por demora en intervenciones quirúrgicas.
Dos de ellos compartían en el hospital con Cristina Zambrano, una joven diagnosticada con talasemia, una enfermedad sanguínea caracterizada por la producción anormal de hemoglobina.
“Es algo fuerte, porque nosotros no queremos que ellos se vayan. Solo queremos que estén acá con nosotros y podamos ser felices es lo que queremos. Cada adolescente tiene ilusiones y tiene metas que no deberían de terminar en un hospital”, afirmó entre lágrimas a la Voz de América.
En una caja se guardan también los zapatos de esos mismos 31 infantes, cuyas muertes, explican los doctores, pudieron ser evitadas de haber contado con los medicamentos o procedimientos que requerían
“Representa una imagen de lo que ha podido ser este niño. De la vida que iniciaba y que lamentablemente fue truncada por esta situación de emergencia humanitaria compleja que estamos viviendo”, afirmó a la VOA Katherine Martínez, directora de la organización Prepara Familia.
Explicó que la misión de la campaña que llevan es salvar el hospital. “Tenemos que salvar este hospital, que es un centro de referencia nacional, donde siguen viniendo niños del todo el país, a pesar de la situación”.
En agosto de 2019, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos emitió medidas cautelares para la protección de los pacientes recluidos en 13 servicios de este hospital y dio 20 días al estado venezolano para atender las carencias.
Pero, según los familiares, las fallas se mantienen. Evelyn Hernández, madre de uno de los pacientes, aseguró que en el hospital “no contamos con laboratorio. Con el personal. Porque muchos de los médicos se han ido. Muchas enfermeras han renunciado. Se están redoblando para poder cumplir. No hay quimioterapias. No hay comida. No hay agua. No hay anestesiólogos”
Una situación similar relató Adriana Avariana, madre de otro joven. “No hay agua que es primordial. Si no hay agua el laboratorio no funciona. No hay para hacer placa de tórax”.
30 niños recluidos en el Hospital José Manuel de Los Ríos esperan por un trasplante de médula ósea que no se realiza en el país desde hace 2 años y 6 meses. De acuerdo con el gobierno en disputa, fueron imposible realizar pues los fondos aprobados para ello, fueron bloqueados por el Novo Banco de Portugal.
Video VOA