El Ministerio Público de Chile abrió una investigación formal por la muerte de Albertina Martínez Burgos, fotoperiodista de 38 años que trabajaba en el medio chileno Mega y cuyo cuerpo fue hallado con signos de haber recibido golpes y puñaladas. Fue encontrada sin vida en su departamento en el centro de Santiago durante la tarde del jueves.
Por infobae.com
De acuerdo a lo que informaron medios chilenos, Martínez Burgos participaba activamente registrando la represión y los abusos de los Carabineros hacia mujeres comunicadoras en el marco de las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera. Ella se desempeñaba como asistente de iluminación en el canal de televisión y además era fotógrafa freelance.
Según reportó 24 Horas, su pareja, al no tener noticias suyas, le pidió a su madre -suegra de la joven- que fuera a su departamento. Como nadie le abrió, solicitó los servicios de un cerrajero para ingresar al domicilio, donde encontró a la mujer sin vida.
La fiscal Débora Quintana, de la Fiscalía Centro Norte, dijo que “hay que esperar la autopsia, pero claramente estamos investigando un presunto homicidio”.
“Me entrevisté con los familiares directos, que serían el pololo (pareja) y la suegra de la víctima. Están en calidad de testigos porque fueron los denunciantes y es una investigación en curso”, agregó. La investigación quedó a cargo del OS-9 de Carabineros.
El movimiento feminista “Ni una menos” de Chile lamentó la noticia en sus redes sociales. “Albertina Martínez Burgos, fotógrafa de 38 años, fue encontrada muerta en extrañas circunstancias en su departamento ubicado en Santiago Centro. Albertina estaba documentando la situación en Chile y participaba activamente como fotógrafa en las manifestaciones. Documentó la violencia hacia las mujeres periodistas y comunicadoras”, expresó en Instagram.
Y denunció: “Hoy exigimos que se esclarezcan las causas de su muerte, sin dejar de mencionar que ni su computador ni cámara estaban en su departamento al momento de ser encontrada sin vida. No olvidemos su nombre, no olvidemos su rostro”.
Al igual que el movimiento, su familia reparó en el robo de sus herramientas de trabajo y la producción fotográfica y exigió justicia.
Por su parte, el equipo de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), enviado a Chile para analizar la situación vinculada a las protestas y a la represión policial, concluyó el viernes su visita oficial en el país y se espera que publique los resultados de su investigación en las próximas dos o tres semanas.
En las tres semanas que estuvieron en el país, el equipo, formado por cuatro especialistas, viajó a siete regiones diferentes (Antofagasta, Araucanía, Biobío, Coquimbo, Maule, Región Metropolitana y Valparaíso), y realizó visitas a comisarías, cárceles y hospitales.
De acuerdo con un comunicado emitido el viernes por la Oficina, las autoridades del país sudamericano proporcionaron acceso sin restricciones para dichas visitas.
El trabajo del equipo estuvo enfocado en evaluar la situación de derechos humanos relacionada a las protestas, incluyendo el periodo del estado de emergencia.
Se indagó sobre las denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de agentes de orden y seguridad en el contexto de protestas; los reportes de malos tratos en detención, incluyendo abusos y violencia sexual; las alegaciones de vulneraciones a derechos durante la privación de libertad; la información sobre acceso a la justicia y rendición de cuentas; la afectación a grupos específicos y, también, sobre las demandas subyacentes que han desencadenado las protestas.
A su vez, también se investigaron actos de violencia cometidos contra las fuerzas de seguridad y destrucción de la propiedad privada, entre otros temas.