La primera vez que hizo un dibujo fue en la “escuelita paga”, como se llamaba en Venezuela al emprendimiento de una señora que ofrecía el servicio de guardería y enseñanza de primeras letras. En 1995 se inauguró el Museo Jacobo Borges. Desde ese año y hasta 2006 fue profesor invitado en la Academia Internacional de Artes Plásticas en Salzburgo, Austria.
Por Milagros Socorro / lagranaldea.com
Jacobo Borges, artista plástico representado en importantes museos del mundo, vive en Caracas, ciudad donde nació el 28 de noviembre de 1931. Está cumpliendo, pues, 88 años. Y sigue afanado en su taller, donde persiste en su exploración de diferentes medios, como el dibujo, la pintura, la fotografía y la creación con computadora.
Lo he entrevistado varias veces. En 2007 hicimos una entrevista para El Nacional. En octubre de ese año se había presentado el libro Jacobo Borges: Del sol o de la Luz, hecho por él y por su esposa, la también artista Diana Carvallo, acerca de la intervención hecha por Borges en la sede principal de Banesco, un conjunto artístico que se inauguró en 2006. Esa instalación, de casi medio kilómetro cuadrado, que se extiende por seis pisos conectados por un vacío, es la única obra de carácter público de Jacobo Borges. Un hecho paradójico, escribí entonces, en la trayectoria de un artista tan vinculado con las comunidades y cuyo itinerario creativo registra incursiones tan disímiles como la realización de escenografías para teatro, fotomontajes, documentales cinematográficos o el espectáculo multimedia Imagen de Caracas (1967).
Cuando Jacobo Borges tenía 14 años fue a buscar trabajo como dibujante en la tienda por departamentos Sears, cuya sede en Caracas estaba en Colinas de Bello Monte. «Hice unos dibujos de trajes y de zapatos, a ver si me empleaban en el departamento de Publicidad. Me fui caminando desde Catia hasta Bello Monte, impulsado por el sueño de que iba a conseguir el empleo. Me atendieron muy bien. Me condujeron al departamento de Publicidad. El jefe vio mis dibujos, se mostró muy atento, y me dijo: “Venga dentro unos años”». Pasaron 60 años, Jacobo Borges se convirtió en una gran figura de las artes latinoamericanas… y un día regresó a aquel lugar donde lo habían rechazado. Pero entonces Sears había dejado de operar en Venezuela y en su lugar ahora estaba en construcción la sede de Ciudad Banesco, donde haría la enorme instalación cuyo proceso quedó registrado en el libro.
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