Durante la mañana del viernes, el puente internacional Simón Bolívar estuvo a reventar. El río humano se notaba desde la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira, hasta La Parada. En el tramo binacional, lado venezolano, los contenedores atravesados hacían que la aglomeración fuera aún mayor, atizando la tensión y malestar de muchos.
Por: Jonathan Maldonado | Diario La Nación
No sé por qué no los han quitado aún. Se trata de un estorbo. Deben retirarlos”, argumentó Bertha Nieto, de 65 años, mientras formaba parte del extenso grupo que trataba de ingresar al hermano país. “Esto es una humillación, mijo. Acá uno viene es por necesidad y resulta que las autoridades lo que hacen es ponernos obstáculos”, resaltó.
Nieto viaja de San Cristóbal a la frontera todos los viernes. “Aquí compro los productos de aseo personal y varios alimentos”, indicó al dejar claro que estos gastos en pesos se dan gracias a las remesas que les envían dos de sus hijos. “Ambos se encuentran en Chile. En la medida de sus posibilidades, me van mandando”.
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