Inmoralidad de la rectificación perpetua, por Luis Barragán

Inmoralidad de la rectificación perpetua, por Luis Barragán

Luis Barragán @LuisBarraganJ

 

Nada ha quedado claro en torno a las denuncias que corren, desde hace un buen tiempo, sobre los recursos dispuestos por la oposición venezolana, genéricamente entendida. Incluso, la propia instancia contralora del parlamento ha sido duramente cuestionada, resultando insuficiente y hasta contraproducente la respuesta sobreactuada que se dio en la última sesión plenaria de la Asamblea Nacional.

Por Luis Barragán





Las actuaciones del entonces embajador Calderón Berti, respecto al consabido caso de Cúcuta, fueron claras y no menos diligentes. No obstante, aún antes de su destitución, ha sido objeto de una inmerecida campaña de descalificación.

Hubo problemas con las comisiones de contraloría del Congreso del siglo XX, pero tres circunstancias contribuían a la inmediata corrección: las presidía un diputado del principal partido de oposición, todas las fuerzas representadas la concursaban para facilitar el control mutuo de sus actuaciones, la libertad de prensa era convincente. El modelo actual, heredado del reglamento de cuño chavista, no le ayuda en nada como palanca de combate contra el latrocinio.

Por consiguiente, como refiere una persona amiga, la condena a la corrupción se convierte en una práctica ociosa y teatral, pues, la rectificación es una apuesta retórica permanente, definitivamente inmoral, porque es dudoso el examen de consciencia y falso el propósito de enmienda. La rectificación, o el llamado a hacerla, es el mismo de siempre, sin que jamás mejore el enfermo.

La Fracción 16 de Julio, va más allá y, antes de que ocurran los hechos, ya denunció que el crédito de la CAF para la mejoría del sistema eléctrico zuliano, es una engañifa tenebrosa, porque apenas aliviará el drama, quedando intactas las condiciones y la dictadura misma que lo han provocado; la dictadura hará lo que le venga en gana con los recursos que ya tienen a los contratistas predestinados, añadidos los de la “oposición”; y, al cabo de pocos meses, recrudecerá el problema. Esto lo ha denunciado el diputado Omar González, quien espera a mañana martes para decirlo a los cuatro vientos en la plenaria de la Asamblea Nacional.