Al mismo tiempo que el ministro Ernesto Villegas junto a Nicolás Maduro anuncian con bombos y platillos la apertura al público de La Casona, antigua residencia presidencial ahora renombrada Centro Cultural Aquiles Nazoa, también son difundidas imágenes de la que fuera la histórica casa del General Antonio Guzmán Blanco la cual por ineficiencia gubernamental se encuentra convertida en escombros y repleta de basura. Acusan a la alcaldesa de Libertador de permitir la destrucción de este patrimonio histórico de la nación.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, calificó de crimen contra el patrimonio histórico que la Alcaldía de Libertador permita la profanación de la Casona del Presidente Antonio Guzmán Blanco ubicada en Antímano, actualmente se está cayendo a pedazos y sumergida en desechos. “Esta edificación construida entre los años 1879 y 1884 fue declarada Monumento de Valor Histórico Nacional y la que hace pocas décadas mostrara una incomparable belleza arquitectónica y natural hoy refleja un rostro de abandono y desidia”, indicó.
Rojas detalló como durante un recorrido realizado con vecinos se pudo constatar el deplorable estado en que se encuentra este bien de interés cultural en el cual impresionan el abandono, las evidencias de saqueo y desmantelamiento, así como el ataque vandálico al que ha sido sometida la estructura, otrora modelo de trabajos de rescate y restauración patrimonial. “Hace pocos años allí funcionó un infocentro y se prestó servicios a la ciudadanía, fue lugar de encuentro comunitario por excelencia, hoy convertida en un espacio miserable y guarida de indigentes”.
El miembro de la Plataforma Caraqueña de Conflicto señaló que entre los destrozos promovidos por Erika Farías a través de la negligencia de FundaPatrimonio destacan el piso de madera despojado de piezas y todo deteriorado, ventanales cuyos cristales y marcos de madera fueron destruidos y piezas del antiguo carruaje que se exhibía en los espacios de la Casona se observan en estado de abandono en el que alguna vez fue el espacio verde del complejo. “Los olores nauseabundos deprendidos por heces y orina son visibles en todos los rincones del espacio, esto sin contar que en la parte superior hay índices de haberse incendiado. Esta situación es un golpe mortal a nuestra historia caraqueña”, aseguró.
Declaró que la destrucción de la memoria histórica caraqueña es política de Estado, tanto del dictador Maduro como la de su alcaldesa de Libertador Erika Farías. “No les basta con querer cambiar nuestro histórico león icono de la ciudad por una india que ni siquiera nació en la capital, además de querer colocar los ojos de Chávez en el escudo de armas. Ahora dejan que edificaciones con alto valor histórico como la Casona Guzmán Blanco se pierdan por el saqueo y destrucción. Exigimos a FundaPatrimonio cumplir con su deber”.
Vecinos de Antímano exigen limpieza y el recate historio de su parroquia
Por su parte José Gregorio Ochoa, presidente de la Fundación por la Defensa de Antímano, afirmó que esta parroquia fue olvidada tanto por Hugo Chávez como Nicolás Maduro sumergiéndola en la desidia, todo a pesar de ser dicha por ellos mismos como la zona más chavista del país. “La situación de destrucción de la Casona Guzman Blanzo es fiel reflejo de cómo el régimen madurista trata a los caraqueños, por ejemplo las iglesias son abandonadas por ser emblemas parroquiales en la fundación de estos poblados. Así ocurre con el templo de nuestra Señora del Rosario, fundada el 9 de septiembre de 1882 donde su techo se está cayendo, sin importar que fue la primera obra neocolonial construida en Venezuela, por el ingeniero Polaco Alberto lutowski”.
José Santoyo, dirigente vecinal de Antímano, declaró que de su parroquia el chavismo solo se acuerda cuando hay elecciones, de resto cae en un eterno olvido donde la basura y el hambre son el lugar común. “Tenemos el caso de las quebradas llenas de toneladas de desechos, que no son limpiadas desde hace una década mínimo, con olores nauseabundos, insectos y roedores. Por el ejemplo el sector La Represa la gente vive al borde del cauce y al este no recibir mantenimiento su desbordamiento es inminente trayendo seguro la destrucción de cientos de casas e incluso la muerte de habitantes de la zona”, concluyó.
Nota de prensa